Podemos estar tranquilos, Fernando Alonso ya descansa en casa. Lo de menos ahora es que no pueda participar en los test de este fin de semana en Montmeló, ya dice Luis García Abad, su representante, que lo importante es cómo acabe el Mundial en Abu Dhabi y no el arranque en Australia en apenas dos semanas. Desde esta nueva perspectiva ajena ya a la preocupación por su salud, es quizá el momento de hacerse algunas preguntas que siguen sin respuesta sobre lo ocurrido durante estos días. Son incertidumbres que han llevado a intervenir por voluntad propia a la FIA, cuando por lo general no suelen hacerlo en unos test de pretemporada. Así que ciertas lagunas deben existir en las explicaciones de McLaren cuando quieren aclararlas.

Da que pensar que la escudería valore utilizar desde hoy algunas piezas propias en sustitución de las de Honda, que tantos problemas han sufrido; tampoco ha quedado claro por qué no pudieron resolver a lo largo de cuatro días los inconvenientes que condicionaron los test anteriores y McLaren no ha precisado las razones que impidieron a Button seguir rodando tras el accidente de su compañero, cuando el coche no parecía demasiado dañado. Y respecto a Alonso, resulta extraño que haya permanecido tres días hospitalizado sin que los doctores hayan facilitado ni un solo parte oficial sobre su estado; ha sido su mánager el encargado de ofrecer datos generales, sin mucha concreción, sin detalles médicos. Demasiadas dudas sin resolver...