Moyá, Roberto, Illarramendi, Pogba y el admirable Abidal

Se viene. El Atleti asegura hoy con la victoria un puesto en octavos. Sólo una derrota en 21 partidos europeos en el Calderón. Llevan 6 victorias consecutivas en todas las competiciones. No han recibido un gol en Champions desde la derrota, precisamente, contra Olympiacos en la primera jornada. Meritoria fiabilidad que huele a octavos.

Portero a portero. Está Moyá y podía haber estado Roberto en la portería del Calderón. El Atleti decidió venderlo al alza tras un temporadón en Olympiacos. Cosas del mercado. Las de los partidos dicen que Roberto lleva 4 penaltis parados en Champions. Moyá cero goles encajados en las tres últimas jornadas. Ambos a gran nivel y regularidad. Tras la última cita de la selección deberían estar también muy cerca, como no se cortan en reivindicar, de La Roja.

Admirable. Historias de superación que crecen con la humildad de sus protagonistas. Una es la de Abidal. Quiso cerrar el círculo de su carrera en el Mónaco y Jardim se lo impidió, aunque “me gusta que me digan las cosas a la cara”, me dijo. Ante los problemas: “ni en la vida ni en el deporte se puede tener siempre lo que uno quiere y uno mismo debe buscar soluciones”. Llamó a Olympiacos, el club seguía interesado en él dos temporadas después y Michel también. Así pasó.

Gracias al fútbol. Abidal vuelve al Calderón en un partido clave en la clasificación que pasa por su resultado y el de la Juve en Malmoe. Valora al rival por ser “equipo” y por su trabajo, pero sólo le preocupan sus propias “jugadas de estrategia”. Es tímido, pero por veterano manda en un vestuario que quiere más en la competición que ha ganado dos veces y que en Wembley, ‘orejona’ en mano, le correspondió su pasión por la vida y por el fútbol y le hizo querer más y darnos más.

En Suecia. Pogba puede demostrar una vez más esa teoría de que parece, siendo el más niño, el mayor que se cuela a jugar en el patio de colegio. Y Tévez de que también tiene malas rachas: no marca fuera de casa en Champions desde 2008 y hoy su equipo lo necesita.

Oportunidades. En Basilea, con la clasificación lograda y sin Khedira habrá minutos para la recuperación de la confianza de Illarramendi. Porque Dortmund no puede seguir pesando en la progresión del mediocentro para llegar a ser importante en un club de la exigencia del Real Madrid.