Francia revive y Finlandia disfruta

La lección de Collet. Vincent Collet jugó dieciocho años como profesional sin tener pinta de jugador. Tampoco tiene un look de entrenador despierto y afilado, pero en el cara a cara con Sasha Djordjevic ganó ayer por knockout. Serbia fue muy superior en la primera mitad y Collet cambió quinteto, tendencia e idea de juego de Francia para comenzar el tercer cuarto. Priorizó a Diot, que había jugado cinco minutos en la primera mitad, a Edwin Jackson, que sólo había jugado un minuto, y colocó a Gelabale de falso cuatro. Más velocidad, dinamismo y una mejor circulación de balón les metió en el encuentro con un parcial de 10-0. Partido nuevo que quedó a expensas de la lectura y la sabiduría de Boris Diaw y de las lagunas de concentración de Raduljica, más jugador de estadística que de última posesión.

La perspectiva correcta. Sólo está al alcance de los favoritos a medalla preparar y visualizar un Mundial como un todo, como una carrera de fondo. El resto puede quedar preso del atractivo de un estreno ilusionante o del duelo ante un determinado rival. Ucrania, que maniató en la primera jornada a República Dominicana, se vio sorprendida ayer por Finlandia. El seleccionador escandinavo Henrik Dettman ha puesto en práctica sus conocidas dotes de filósofo, psicólogo y la menos conocida de futurólogo: convenció a sus jugadores que el de EE UU no es su torneo, recuperó mentalmente a su equipo tras la derrota por 59 puntos y consideró que podían cambiarle el ritmo a Ucrania, sugerirle una sangría de balones perdidos y acribillar su conservadora defensa desde la línea de tres puntos. Finlandia ha comenzado ganando en su Mundial particular.

Paso atrás de Argentina. El técnico argentino Julio César Lamas mostró hace pocos días su preocupación sobre el rendimiento defensivo de su equipo. Y la defensa siempre está directamente relacionada con la entereza física y la respuesta a la renovación constante de argumentos que va ofreciendo el rival. Las picardías iniciales de Simon y la calidad de los croatas Saric y Bojan Bogdanovic quedaron fuera del alcance de los argentinos. Mata no fue rival para el nuevo jugador de los Brooklyn Nets y la obsesión por reducir a Tomic desarropó completamente el cuerpo de los sudamericanos. Son cinco partidos en seis días.