RAYO VALLECANO 1 - VALENCIA 2
Un error de Cobeño levantó al Valencia y mató al Rayo
Los vallecanos se adelantaron con un gol del catalán Alex Moreno, pero el fallo del meta regaló el empata a Alcácer. De Paul decidió el partido.
Quien pensara que alinear a los menos habituales desluciría el partido se equivocaba. Quien asumiera que los contendientes no iban a pelear la Copa erró. Hubo intriga hasta el final y un giro argumental inesperado. La genialidad de De Paul dio la vuelta a un partido donde los franjirrojos merecieron más. El argentino se dibujó como el héroe de la historia, tan pronto driblaba a tres rivales como terminó marcando el definitivo 1-2, desde la frontal con un disparo cruzado. Si él fue la cara, la cruz la encontramos en Cobeño. Se le escapó un balón de las manos y Alcácer, que hasta entonces apenas había interpretado un mero secundario, igualó la contienda. Oxígeno para un Valencia desubicado, que en la primera parte no chutó a puerta ni una sola vez.
Porque desde el principio el Rayo salió ávido por morder a un rival descentrado. El juego de ataque franjirrojo se articuló por la banda derecha en la primera mitad. Licá desesperaba a Orbán, una y otra vez, mientras buscaba la conexión con Manucho. Sin embargo, fue Álex Moreno quien aprovechó un mal despeje de Orbán para adelantar a los rayistas. El gol y el descanso propiciaron un cambio de rumbo, Jozabed viró a la izquierda y encontró a Álex Moreno inspirado. Una doble ocasión del catalán y Nacho hicieron lucirse a Yoel, que terminó doliéndose, pero salió victorioso del fuego cruzado. Los locales seguían confiando y parecía más cerca el segundo que el empate.
Pero el guión escondía algunas argucias. Amaya salvó un centro de Piatti, De Paul mandaba fuera un disparo que rozaba la escuadra... y al final Cobeño, muy a su pesar, propició la resurección de los che. Sólo Manucho tuvo algún tímido acercamiento con más corazón que pegada. La película tocaba a su fin y, aunque aún resta metraje, el asalto a Mestalla se complica.