Después de la comparecencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, todas las comunidades autónomas se suman a la iniciativa que tomaron este jueves Madrid y La Rioja en decretar el cierre de todos los centros educativos de estas comunidades para frenar la expansión del COVID-19. El Departamento vasco de Salud amplía así el cese de la actividad docente presencial a Bizkaia y Gipuzkoa, que ya había entrado en vigor desde este jueves en Álava. 

Ante el avance de la enfermedad, considerada por la OMS como pandemia global, el número de regiones que han decidido cerrar colegios se han ido sumando a cuenta gotas durante desde primera hora hasta última del jueves, cuando Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, anunció su decisión de suspender las clases a más de dos millones de alumnos. A la Comunidad de Madrid y La Rioja —que suspendieron las clases a principios de esta semana— acabaron por unirse todo el país.  En total la medida afecta a 9.552.000 estudiantes: 8.217.000 escolares y 1.335.000 universitarios presenciales. Otras 237.000 personas están matriculadas en grados y másteres online, por lo que no se ven afectados por el aislamiento.