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FENÓMENOS EXTRAÑOS

¿Problemas de sueño? Sal de acampada

Un nuevo estudio científico explica que pasar un fin de semana al aire libre podría ser el mejor de los remedios

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¿Problemas de sueño? Sal de acampada

Los problemas a la hora de dormir pueden ser muchos y de distinta naturaleza: el estrés, el nerviosismo, los ruidos, los ronquidos y un largo etcétera, son solo algunos de los motivos. Últimamente, se habla de cómo el uso de las apps antes de dormir es negativo o, incluso, de aplicaciones que controlan el sueño y que lo que hacen en realidad es crear el efecto contrario —lo que los expertos denominan ortosomnia—; estos y otros, podrían ser algunos de los inconvenientes a la hora de conciliar el sueño y descansar.

Un nuevo estudio científico publicado en la revista científica Current Biology ha llevado a cabo un experimento en Estados Unidos en el que un grupo de adultos pasó un fin de semana de verano durmiendo en una tienda de campaña, mientras que otro de los grupos se quedó en casa. Al grupo de acampada se les midió la cantidad de luz solar natural recibida mediante unos relojes adaptados, y los resultados fueron que el reloj interno de nuestro cuerpo respondió con mucha fuerza al ciclo de luz y oscuridad naturales. El neurocientífico Kenneth Wright, responsable del estudio, afirma que sus enfoques basados en la luz, podrían ayudar a aumentar el rendimiento laboral, la depresión estacional y los trastornos circadianos del sueño y de vigilia.

La ciencia responde

En España, un 25-35% de la población adulta padece algún tipo de insomnio, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Y es que las condiciones naturales a la hora de dormir son una fuente imprescindible para nuestro organismo. La National Sleep Foundation incluye entre las sugerencias a la hora de conciliar el sueño mantener una temperatura en el dormitorio entre los 18 y 20ºC, aparte de otras recomendaciones, para procurar que el ambiente en la habitación sea la más natural posible.

Según la ciencia, nuestros patrones de sueño están gobernados por la melatonina, una hormona que sirve para regular el ciclo vigilia-sueño, que a nivel biológico es uno de los más importantes, lo que también se conoce como los ritmos circadianos. La liberación de esta hormona se rige en parte por el ambiente luminoso, entre otros factores.

En la investigación, después de ese fin de semana, los investigadores analizaron la saliva de los campistas y encontraron que el aumento de la melatonina comenzó 1,4 horas antes de lo habitual, por lo que un ritmo circadiano perturbado se asoció con numerosos problemas de salud como el mal rendimiento cognitivo, los trastornos del estado de ánimo, la diabetes y la obesidad.

Otro estudio publicado en el National Institute of Health (NIH) respalda esta teoría al concluir que las dosis individuales de luz suministradas a través de los párpados cerrados pueden suprimir la melatonina, además de tratar trastornos circadianos del sueño, por lo que, a pesar de que no sea muy factible dormir todos los días bajo las estrellas, lo que sí aseguran los investigadores es que si obtenemos más luz natural durante el día y apagamos los smartphones y portátiles una hora o dos antes de dormir, podemos conciliar el sueño mucho mejor aparte de mejorar nuestro rendimiento, la salud y el bienestar general.