Una hora antes del partido, Mirotic y varios jugadores del Madrid y del Lokomotiv seguían a pie de pista por Canal + el desenlace del CSKA-Galatasaray. No se mordían las uñas, pero casi. En su duelo no habría tanta emoción. El campeón español y el ruso siguen igualados a victorias y tienen empatado el average particular en la pelea por el liderato. Pero si ninguno de los dos tropieza en la última jornada (el Real, en Kaunas y los de Messina, en Tel Aviv), el primer puesto se resolverá por la diferencia total de puntos. Quizá se resolvió ya ayer, cuando los blancos voltearon el basket-average general: de -2 a +23 (150-127).

En idéntica situación se encontraban el Lokomotiv y el Galatasaray, que pugnan por el último billete para cuartos. Vidas paralelas. El equipo turco estuvo a punto de vencer en Moscú (67-67). Pero en los últimos segundos de la prórroga, cuando caía por uno (86-85), no hizo falta y firmó intencionadamente la derrota por la mínima. Con Arroyo lesionado, pensó que otro tiempo extra no le traería nada bueno, sólo más tantos encajados. Nos recordó a la autocanasta de Pedro Ferrándiz, aunque esta vez por inacción. Buscó la opción menos mala y se puso en manos del Madrid. Apostó por un repaso al Lokomotiv y la apuesta le salió bien, muy bien. Fe ciega en los de Laso.

Al descanso en Goya, la brecha era de 22 tantos (46-24) con Mejri (5 tapones) y el canterano Dani Díez (8 puntos, 2 robos y 3 asistencias) de dulce. Y con una defensa pletórica que destrozó gran parte de los sueños de clasificación del rival. Ni Brown ni Kalnietis ni Williams. Nadie. El Madrid anuló a todo el Lokomotiv, a un bloque que en el Top-16 no había perdido por más de diez tantos. “Quizá suene arrogante, pero venimos a ganar”, había dicho Pashutin en la previa. La realidad no fue tan bonita. Cara colorada.

El ritmo frenético de los locales, su defensa y contraataque les llevó a anotar con un acierto del 71% en tiros de dos y a repartir 16 asistencias en dos cuartos. En la reanudación, Reyes (15 tantos y 19 de valoración) y Mejri tuvieron que volver a pista para recuperar algo de tensión en un duelo sentenciado. Ahora, al Madrid le queda sellar el liderato y conocer a su rival en cuartos: Panathinaikos u Olympiacos. El Palacio, donde no ha perdido un partido y ha reunido en la Euroliga a más de 120.000 espectadores, soplará a favor.