Lágrimas, risas y euforia máxima: la celebración de Son tras saber que no va a la mili
La selección coreana tenía que ganar los Juegos Asiáticos como única forma posible para que el jugador coreano no estuviera obligado a realizar el servicio militar. Lo lograron frente a Japón en la prórroga. Aquí la celebración.
El cuento de Seun-Ming Son tuvo un final feliz. El extremo del Tottenham tenía que ganar con Corea del Sur el oro en los Juegos Asiáticos para evitar hacer el servicio militar con su país, obligatorio para todos los jóvenes menores de 27 años excepto para aquellos que logran méritos internacionales en nombre del estado asiático. Si no lo lograba, el coreano tendría que haber abandonado el Tottenham y haber pasado los siguientes 21 meses al servicio de su país, una catástrofe para un jugador que está en plenitud y para un Tottehnam que no ha hecho ningún fichaje este verano y que había planificado la temporada contando con el extremo. Por suerte para el futbolista y para el club londinense, Corea del Sur logró el oro en una final agónica ante Japón, que se decidió en la prórroga (2-1). Las lágrimas de Son al terminar el partido eran las lágrimas de todo un país.
El camino no ha sido fácil para Son. Todo este culebrón podía haber terminado mucho antes si en el Mundial de Rusia, la selección coreana hubiera logrado el pase a los octavos de final. Cayó en el grupo con Alemania, Suecia y México, y a pesar de vencer a la ‘mannscahft’ en el último partido, las derrotas ante los suecos y mexicanos sentenciaron al conjunto asiático. Parecía no haber más balas en la recámara para Son, que a sus 26 años no podía prorrogar más sus obligaciones. Sin embargo, las normas de los Juegos Asiáticos, un torneo para jugadores sub 23, permitía convocar a tres futbolistas superiores a esa edad. Son pidió permiso al Tottenham para acudir al torneo y perderse los tres primeros partidos de la Premier. Obviamente la respuesta Spurs fue un sí, la otra opción era perderle para las dos próximas temporadas.
Y así, Son llegó a Yakarta (Indonesia) sede de estos Juegos Asiáticos con una única meta que estuvo a punto de truncarse en los cuartos de final ante Uzbekistan. Los coreanos llegaron a ir perdiendo 2-3 en el minuto 82 de partido. Empataron in extremis y vencieron en el minuto 116 de la prórroga. Luego eliminaron con solvencia a Vietnam (1-3) y a Japón en la final, que llegó a la prórroga después de que el partido terminara con empate sin goles. En el tiempo extra los coreanos fueron mejores y se llevaron el oro a casa, como el Tottenham se llevó a Son a Londres.