Con el quarterback Kyler Murray el tamaño sí importa

Mide apenas 1.77 metros de estatura. Brilló con los Oklahoma Sooners. Firmó contrato por cuatro millones de dólares con los Oakland Athletics de la MLB. Y luego dijo que estaba “completamente comprometido a ser un quarterback en la NFL”.

Kyler Murray, el prospecto más enigmático del Draft 2019 de la NFL

Jugó tres campañas a nivel colegial, una con Texas A&M y dos más en Oklahoma, pero sólo en 2018 fue titular con los Sooners. Pasó para 4,361 yardas, con 42 touchdowns y apenas 7 intercepciones; por tierra sumó mil yardas y otras 12 anotaciones. Impresionantes estadísticas que le valieron ganarse el Trofeo Heisman.

No es todo. Murray es un atleta que también destacó en el beisbol y por ello fue reclutado en la primera ronda (noveno global) del Draft de la MLB por los Athletics, que planeaban usarlo como outfielder en las Grandes Ligas.

El 11 de febrero, Murray eligió a una de sus novias y le declaró su amor por Twitter: “Estoy firme y completamente comprometiendo mi vida y tiempo para convertirme en un quarterback de la NFL”.

Dada su habilidad para pasar y correr, Murray ha sido comparado con Lamar Jackson, quien cerró su temporada de novato como titular de los Baltimore Ravens; pasó para 1,201 yardas y 6 touchdowns y corrió para otras 695 yardas y 5 anotaciones.

Fue suficiente para que la gerencia general de los Ravens mandara al veterano Joe Flacco a Denver a cambio de una selección de cuarta ronda. “Este chico es mucho mejor que Lamar Jackson: mejor brazo, más preciso, mejor anticipación, mejor atleta”, le dijo un ejecutivo de la AFC a Albert Breer, de Sports Illustrated. “Creo que [Murray] es mejor en todos los aspectos que Lamar. Lamar es más grande. Y eso no es irrelevante... Es un muy buen jugador. Hace todo lo que tienen que hacer los quarterbacks muy bien. Es un gran atleta. Mi problema es su tamaño”.

No es el único que considera la estatura de Murray como problema en la NFL.

“Es realmente bueno. Lanza bien el balón, no hay un pase que no pueda hacer. Y no creo que ser pequeño sea un problema tan grande”, dijo un scout, citado por Breer. “Pero cuando eres pequeño y corres como él, quizá sí deberías estar un poco preocupado… Es posible que lo tengas en la segunda ronda [del Draft], creo que mucha gente lo tiene así, pero si crees que va a estar disponible en la segunda ronda, probablemente no lo esté”.

Murray es básicamente un pasador de bolsa de protección, donde normalmente es paciente, pero a veces se desespera y trata de hacer una jugada grande con las piernas.

Y cuando hace eso inmediatamente vienen a la mente los highlights de Michael Vick, el Miguel Ángel de los quarterbacks corredores.

Al igual que Vick, cuando Murray decide correr es una pesadilla para cualquier defensiva.

Pero eso también expone mucho a esta clase de quarterbacks, que son más golpeados precisamente por esa habilidad como corredores.

Basta recordar a Robert Griffin III, quien en su campaña de novato en Washington corrió para 815 yardas, pero la terminó con una lesión en los ligamentos de la rodilla. El ex quarterback de Baylor nunca pudo recuperarse y hoy es suplente de Jackson en Baltimore.

El equipo que reclute a Murray debe ser cuidadoso.

“Tiene las habilidades de un pasador. Es bueno”, le dijo otro ejecutivo a Breer. “Es nada más el tamaño... El peso es algo importante, por su tipo de cuerpo, y no va a poder crecer mucho. Russell [Wilson], Baker [Mayfield], esos tipos son gruesos y de hombros anchos. No es el tipo de cuerpo [de Murray]. Y hasta que no lo midamos, esa será la percepción”.

Giants (sexta selección global), Jaguars (7), Dolphins (13), Redskins (15) y hasta Patriots (32) son algunos de los equipos que podrían reclutar a Murray en la primera ronda del Draft.