El 'Big 3' de OKC le pasa por encima a los Knicks

Paul George falla un triple, Westbrook captura el rebote ofensivo y encuentra a Carmelo Anthony abierto, quien no perdona a su exequipo desde la línea de tres puntos. Russ lo empieza a celebrar mientras el balón está aún en el aire.... ¡Bingo! El Chesapeake Energy Arena estalla de júbilo. Así se inauguró una nueva era en Oklahoma City. La de un Big Three gestado por el mago Sam Presti en los despachos que aspira a todo. Fácil triunfo (105-84) ante unos Knicks que aguantaron hasta los albores del descanso. Simplemente no lograron seguir el ritmo de un equipo que calagó a lomos de su trío de estrellas. Entre Westbrook, George y Carmelo sumaron 71 de los 105 puntos totales de su equipo (el 67,6%) y acumularon el 61,1% de los lanzamientos a canasta (55 de los 90).

Es solo el primer encuentro del curso. No hay que sacar conclusiones precipitadas... Pero hay cosas que parecen no cambiar para Russell Westbrook. Pese a que ahora convive con otros dos all stars (y seguramente también futuros hall of famers) los Thunder siguen siendo el equipo de Russell Westbrook. El base californiano arrancó en la línea del anterior ejercicio, el de su primer MVP: amasando triples-dobles. El número 80 para su colección: 21 puntos, 10 rebotes y 16 asistencias (amén de 7 pérdidas) en 33 minutos de acción.

Su explosividad, físico privilegiado y talento le permiten ser el rey de la estadística. Aunque fijándonos en ella observamos que también algunas cosas pueden haber cambiado (insisto, siempre con la cautela con la que nos obliga a movernos el momento de la temporada en la que nos encontramos). Solo tiró 12 veces a canasta (un único triple intentó). Dato que nos remite a la nueva realidad de los Thunder. Como señala el periodista Royce Young, en los 81 partidos que disputó en la liga regular 2016-17 únicamente no lideró a su equipo en lanzamientos en tres de ellos. Esta madrugada, George (23) y Melo (20) le superaron en 11 y 8 intentos, respectivamente.

Westbrook encaraba el aro con la determinación de siempre, pero finalizó con menos asiduidad. Su principal objetivo no era otro que el de repartir balones a sus dos nuevos socios. Que se sientan cómodos e integrados. Tenerles enchufados desde el primer minuto. En estático la consigna era clara, todos abiertos e iniciar el ataque con un bloqueo directo para Westbrook. Con PG13 y Carmelo amenazando desde las esquinas, la defensa duda. Disyuntiva de la que Steven Adams puede sacar mucho partido. No obstante, el ADN de estos Thunder es correr. Porque a campo abierto son imparables. Intensos atrás y velocidad de manos para provocar pérdidas (hasta 25 cometieron los Knicks) que se traduzcan en espectáculo y diversión para el espectador y tantos fáciles para el equipo (hasta 37 tras pérdida). Mucha dinamita. 

Que no rompieran antes el encuentro se debió a la extraordinaria primera parte Kristaps Porzingis. El letón se fue hasta los 31 puntos y 12 rebotes, el primer doble-doble de su carrera en el que llega a la treintena en anotación, y dejó un tapón al inicio del duelo a su ex compañero Carmelo. Kanter, quien también se medía por primera vez a su antiguo equipo, trató de acompañar al Unicornio, aunque sin excesivo éxito. Los neoyorquinos, que vieron cómo Beasley (tobillo izquierdo) tenía que abandonar el partido al poco de saltar, fueron borrados del mapa en la segunda parte.

En lo que respecta a los españoles, se cumplieron los malos augurios para Willy Hernangómez. Pese a que Noah aún no está recuperado, el pívot español ha perdido comba en la rotación interior de los Hornacek y únicamente disputó los cuatro últimos minutos. Mucho más protagonismo tuvo Abrines, quien convirtió un triple en el primer cuarto. No fue tampoco su noche en el aro contrario (1/5), aunque contabilizó 24 minutos. Billy Donovan cree en él como uno de los puntales de la segunda unidad de unos Thunder que causaron buena impresión.

RELACIONADO | Qué esperar de los 9 españoles en la NBA