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“70 horas semanales”: el recado de un extrabajador de un restaurante estrella Michelin sobre sus condiciones

El chef Andrea, gerente de De Lab Beach Lounge, ha contado en un pódcast cómo fue su experiencia como cocinero en Londres (Inglaterra).

“70 horas semanales”: el recado de un extrabajador de un restaurante estrella Michelin sobre sus condiciones
Marta Rodríguez Peleteiro
Su trayectoria en Prisa comenzó en AS, en 2006, en la sección de Cierre. Posteriormente asumió la coordinación de la revista AS Color y la redacción de los blogs Match Point y Erratas de Campo. En 2017 pasó a formar parte de PrisaNoticias, en el control de producción de El País y AS, y volvió a AS a finales de 2022, como redactora de Tikitakas.
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Trabajar en un restaurante con estrella Michelin es considerado uno de los logros más prestigiosos y codiciados en el mundo de la gastronomía. La fama de los restaurantes que ostentan una, dos o incluso tres estrellas Michelin está asociada con una calidad excepcional, creatividad y una impecable atención al detalle. Sin embargo, llegar a formar parte del equipo de estos templos culinarios no es tarea fácil.

No obstante, aquellos que lo consiguen también se quejan de la exigencia en cuanto a habilidades, actitud y resistencia física y mental, fortalezas que han de ser es altísimas, ya que los estándares de trabajo son también extremadamente elevados, tal como revela el chef Andrea.

“Trabajando en un restaurante de una estrella Michelin, echaba unas 70 horas semanales. Entraba a las siete de la mañana, que todavía era noche en Londres, y salía a las doce y media de la noche, que ya era noche, claramente. Era muy duro, muy duro, y superinteresante. De ahí aprendí muchísimo, conocí a gente fantástica, y gente no tan fantástica. Personas muy duras, muy rígidas, personas que tenían muchísimas ganas de enseñarte, pero fue demasiado duro, demasiado. Y en aquellas viví en Londres, y en Londres las distancias son muy grandes, la vida es muy dura. Mis días de descanso eran muertes”, cuenta el italiano en el pódcast Entre Hosteleros.

“A mí me llegaron a sacar de un servicio por llevar calcetines rojos. Teníamos cocina de producción y de servicio, la de servicio estaba acristalada, pero no se llegaba a ver el suelo. Pues el jefe de cocina, quince minutos antes del servicio, me llegó a decir: ‘Sal corriendo de la cocina porque se te ven los calcetines rojos. Ve a comprarte unos calcetines en condiciones negros’”, agrega.

Origen de la Guía Michelin

La Guía Michelin fue creada en Clermont-Ferrand, en el centro de Francia, por los hermanos André y Edouard Michelin, quienes fundaron la empresa de neumáticos que lleva su nombre. Estos regalaban el famoso cuaderno de tapas rojas con recomendaciones de viaje para animar a los conductores a usar su vehículo. Sin embargo, pasó a ser de pago en 1920 cuando uno de los hermanos se dio cuenta de que en algunos talleres usaban el volumen para calzar los coches.

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Tres años más tarde, además de las recomendaciones sobre carreteras, talleres o dónde repostar, la Guía Michelin añadió la rúbrica “Hoteles y restaurantes recomendados”. Una sección que empezó a suscitar un gran interés, por lo que los hermanos Michelin reclutaron un equipo de misteriosos comensales, los conocidos hoy como “inspectores”, para que visitaran y valoraran de forma anónima los restaurantes, que después se calificaron con su reconocido sistema de estrellas.

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