Snoop Dogg anuncia públicamente que deja la marihuana

Calvin Cordozar Broadus nació en el 71. Era uno de esos adolescentes que el sol californiano de los ochenta vio crecer y el aire urbano de la Costa Oeste convirtió en artistas de un género nonato. A él le descubrió Dr. Dre tras ser puesto en libertad por tráfico de drogas. Sonaba bien su música y era originalmente desacompasada en eso que algunos empezaban a llamar hip hop. Así nació la leyenda de Snoop Dogg, uno de los rostros vivos de la generación noventera de raperos inmortales que enfrentó a las dos orillas norteamericanas en una guerra de música y disparos.

Su fama es la de alguien tranquilo, de ojos saltones y entrecerrados, habitualmente ocultos bajo gafas de sol, que viste chándal ancho y que fuma. Fuma mucho. Tanto que parte de su carisma se dibuja con la figura de un cigarrillo de marihuana de gran tamaño entre sus dedos. Quien defendiera a capa y espada la legalización del cannabis, aquel que llegó a prender una antorcha de proporciones infinitas junto a Eminem en un escenario, ha dado una de esas noticias que dejan impresionado al lector a primera vista por parecer la ruptura de un silogismo. Snoop Dogg deja de fumar.

Así lo ha dicho él mismo, con la mayor de las rotundidades y sin dejar hueco a una falta de convencimiento. “Después de mucha consideración y conversación con mi familia, he decidido dejar de fumar. Por favor, respetad mi privacidad en estos momentos”, ha dejado por escrito el cantante en una imagen difundida por redes sociales en la que se le ve juntando las manos en señal de plegaria. El respeto que pide es el que necesita para que la rehabilitación que busca carezca de tentativas.

Dicho mensaje ha sido lanzado en botella al mar de X (Twitter, antes) e Instagram. Antes de que se cumplan las 24 horas de su publicación, la imagen cuenta ya con más de tres millones y medio de likes y roza los 150.000 comentarios. Precisamente ahí, en la caja donde la gente deja su opinión, fluye un agua de incredulidad que ha roto en una cascada de ingeniosas respuestas. “Dentro de dos días dirá que su cuenta fue pirateada”, dice uno, a lo que añade otro: “respeto tu decisión, pero es la cosa más graciosa que he visto jamás y la recordaré por siempre”.

“Quiero ver a mis nietos envejecer”

No parece reflexión de un día. Según comentó el rapero en una entrevista para el Daily Mail, “ser abuelo” le ha “cambiado de muchas maneras”. Entre ellas, su relación con las drogas. “La forma principal es preocuparme por cómo vivo, cómo me muevo, el tipo de personas con las que estoy asociado, porque quiero ver a mis nietos envejecer”, reconocía entonces.

Y cree saber cómo. “La única forma en que puedo hacerlo es tomando medidas de precaución en cuanto a cómo me muevo, con quién salgo, dónde salgo, mi consumo, qué estoy consumiendo”, confesaba, segundos antes de sorprender al mismo mundo que tantas veces le había escuchado defender la legalización de la sustancia con lo siguiente: “durante mucho tiempo se pensó que era relativamente inofensivo, pero estudios recientes han sugerido que el consumo de marihuana es más dañino de lo que se creía anteriormente”. Lejos queda esa Costa Oeste. Ni Snoop iba a ser siempre el de los noventa, ni el rap iba a quedarse en California.