Roberto Vidal, nutricionista: “Es probable que se produzcan más componentes cancerígenos en una sartén que en una freidora de aire”
El experto en nutrición apuntó también las ventajas de la ‘air fryer’ en una entrevista en el podcast The Wild Project.


En los últimos años, la air fryer se ha convertido en uno de los electrodomésticos estrella. Redes sociales, recetarios exprés y tiendas especializadas la presentan como un cambio radical en la forma de cocinar: menos grasa, menos olores y resultados rápidos con apenas pulsar un botón. Para muchos hogares, ha supuesto una auténtica revolución, hasta el punto de sustituir en buena medida a la sartén en el día a día.
La air fryer funciona como un pequeño horno de convección que circula aire caliente a gran velocidad, lo que permite cocinar con apenas una cucharadita de aceite o incluso sin él. Este método reduce significativamente el aporte calórico de preparaciones que tradicionalmente se freían en sartén: patatas, empanados, alitas o croquetas quedan más ligeros y crujientes sin necesidad de sumergirlos en grasa.
Además, es rápida, limpia y muy fácil de usar, lo que explica su atractivo para quienes disponen de poco tiempo y buscan recetas con mínima complicación. Su principal ventaja, por tanto, está en la comodidad y en la reducción de aceite, algo especialmente útil para quienes intentan mejorar su alimentación sin renunciar al sabor.
Pero, además, de acuerdo con el nutricionista Roberto Vidal, podría ser también más sana no por los ingredientes, sino como herramienta para cocinar: “Es probable que se produzcan más aminas heterocíclicas en la sartén, es decir, componentes cancerígenos más en la sartén. Más que nada porque está en contacto directo, cosa que en el horno es aire caliente, y es más fácil que no se llegue a temperaturas tan altas en la superficie del alimento, y que no se produzcan estos compuestos, a no ser que churrusques el pollo”, apuntaba este en el pódcast The Wild Project.
“Pero no creo que sea algo por lo que la gente deba decidirse entre ir hacia la plancha o ir hacia la air fryer. No obstante, creo que la air fryer tiene la ventaja de que tú metes la pechuga y te olvidas. Sigues con tu vida. Es un método de cocción más que es muy cómodo. Bien utilizada, es una herramienta que te ayuda a comer mejor, incluso, porque una de las barreras de la gente a la hora de comer mejor es la preparación. A la gente le da mucha pereza cocinar”, agrega el experto.
No es un sustituto
Ahora bien, incluso con sus bondades, la air fryer no sustituye siempre a la sartén. Los salteados, sofritos, tortillas, revueltos o carnes que necesitan sellado intenso siguen siendo territorio de la cocina tradicional. Además, algunos alimentos —como verduras de textura delicada, pescados finos o salsas— siguen resultando más sabrosos cuando se trabajan a la manera clásica. La air fryer es muy versátil, pero no lo hace todo.
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En términos de salud, ninguna de las dos opciones es inherentemente mejor. Depende del uso: con una sartén también se puede cocinar sano si se controla el aceite y se emplea fuego moderado. Lo que sí ofrece la air fryer es una gran ayuda para reducir el consumo global de grasa sin cambios drásticos en la dieta, por lo que muchas personas la sienten como un paso adelante hacia hábitos más equilibrados.
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