Javier Fernández, nutricionista: “Cada tres o cuatro meses es recomendable hacer un ayuno de 24 horas para modular tu organismo”
El joven habla sobre el ayuno intermitente y la autofagia, proceso celular que permite limpiar nuestro organismo.
En el cuidado de la salud, existen múltiples alternativas que pueden convertirse en nuestros aliados si tenemos como objetivo la pérdida de grasa y la estilización de la figura. Una de ellas es el ayuno intermitente, una técnica que, para aquellos que no la conozcan, consiste alternar periodos de ingesta de alimentos con otros en los que los individuos no se llevan ningún alimento a la boca.
El ayuno intermitente se realiza con el objetivo de que nuestro cuerpo entre en autofagia, es decir, en un proceso en el que las células se descomponen y, para reciclarse y volver a generar energía, reutilizan nutrientes como las proteínas. En este contexto, Javier Fernández, experto en nutrición y farmacéutico que aúna cerca de treinta mil seguidores en Instagram, se ha pronunciado al respecto.
“El ayuno intermitente es la restricción de las ventanas de comida. A partir de las 12 horas, el cuerpo va agotando el glucógeno a nivel de fuente de energía”, comienza el profesional, quien, a continuación, habla sobre el glucógeno: “El glucógeno es el reservorio que tienen los tejidos musculares. A partir de ahí, cuando ya llevamos 14/16 horas de ayuno, comienza el proceso de autofagia”, añade.
Tras ello, Javier Fernández profundiza en el proceso de autofagia: “Se produce cuando las células empiezan a eliminar aquellas partes un poco más inflamadas o afectadas. Es un proceso que la mayoría de las personas no realiza porque nos pasamos el día picoteando y tomando snacks. (...) Esto es un error porque no le estamos dando tiempo al tubo digestivo a reciclarse ni a reparar aquellas zonas donde están las inflamaciones”, advierte.
Las recomendaciones del experto
El experto en nutrición recomienda llevar a cabo, de forma diaria, “12 horas de ayuno” y, en los días con poca actividad, “16 horas”. “Soy partidario de, al menos en uno de los días del mes, hacer un ayuno de 18 horas que puede ser bueno realizarlo tras una cena libre el día anterior. De esa forma, podemos modular todo ese proceso a nivel inflamatorio”.
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Para terminar, y haciendo referencia a los casos en los que la inflamación estomacal sea más pronunciada, Javier opta por medidas un poco más drásticas: “Sería recomendable cada tres o cuatro meses realizar un ayuno de 24 horas, donde extrapolaríamos el proceso de autofagia y de reciclaje a nivel celular del metabolismo”, concluye.
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