FAMOSOS
Los negocios que Joaquín explotará tras su retirada
El futbolista del Betis ya ha sido sensación en televisión, pero la mayor parte de su fortuna la ha conseguido, como es lógico, con el fútbol.
Joaquín Sánchez se retira del mundo del fútbol e inicia un nuevo camino en el que tratará de explotar todos los negocios que ha creado a lo largo de su carrera. El gaditano es uno de los rostros estrella de la televisión gracias a su sus últimos proyectos, pero además ha logrado construir un gran patrimonio lejos del fútbol. Y eso que las cosas no fueron sencillas en sus comienzos, pues creció dentro de una familia humilde, compartía habitación con cuatro de sus hermanos y ayudaba a sus padres en el bar familiar, todo ello mientras se tenía que desplazar hasta Sevilla en autobús para realizar los entrenamientos.
Por suerte para él, los problemas económicos son ya un simple recuerdo gracias a una exitosa y extensa trayectoria futbolística que ahora ha terminado y también a su faceta como empresario, lo que le ha permitido convertirse en un millonario que vive con su hermosa familia en un espectacular chalet de Sevilla. Según detalló meses atrás Lecturas, Joaquín, su mujer y sus hijas viven en una vivienda situada en el municipio de Gelves después de haber adquirido dos parcelas hace cuatro años. Sobre su casa, que tal y como detalla la revista tiene 1.200 metros cuadrados con una enorme piscina de 85 m², descansa una hipoteca de 1,8 millones de euros que expira en marzo del año 2051.
Además, el andaluz compró un piso de planta baja en Sevilla el pasado año con un préstamo a 30 años de 366.000 euros y otro en marzo de 2019 en Marbella, con una hipoteca superior a los 545.000 euros. Pero el futbolista comparte además algunas sus inversiones con su esposa, Susana Saborido, como las dos plazas de aparcamiento que compraron en 2016 en Mairena de Aljarafe (Sevilla).
Administrador de una sociedad
Joaquín, desde 2004, es administrador único de la sociedad Chino Seventeen SL, una empresa que dio que hablar en Sevilla a finales del pasado año por la condena al que fuera administrador del futbolista entre 2003 y 2007 por apropiación indebida. Según declaró en el juicio Susana Saborido, ese antiguo administrador era la “persona de confianza” de su marido y el que gestionaba Chino Seventeen: “Hacía lo que le decía porque creía que estaba en buenas manos y era muy joven”. El juez determinó que el acusado se apropió indebidamente de 722.991 euros y le condenó a indemnizar a Joaquín con 255.900 euros y a la sociedad del jugador con 525.000.