Las exigentes normas en la casa de Isabel Preysler
Durante su participación en la tertulia de ‘El Hormiguero’, Tamara Falcó ha revelado que existe un protocolo especial en las visitas y en las comidas en la vivienda.
El protocolo en la familia de los Preysler es tan importante que incluso salió a colación durante la última entrega de El Hormiguero. La hija de la socialité hispano-filipina, Tamara Falcó, reveló en su habitual tertulia con Juan del Val, Nuria Roca, Cristina Pardo y Pablo Motos que en su casa le dan mucha importancia a los pequeños detalles.
La primera de ellas es, simplemente, una cuestión de respeto. “Si entra alguien mayor en el cuarto te tienes que levantar y saludar como señal de respeto. Si entra mi madre y estamos mi hermana y yo nos tenemos que levantar y saludar”, comenzó la flamante mujer de Íñigo Onieva. Además, en el momento de sentarse a la mesa, las manos deben estar siempre visibles y está totalmente prohibido gritar.
Una vez servida la comida sobre los platos, “no es elegante ponerse demasiada cantidad, a no ser que seas mi cuñado que estás exento porque quemas muchas calorías”, ha proseguido entre risas refiriéndose, posiblemente, a Fernando Verdasco. Aun así, pese a que las cantidades están vigiladas, sí que permiten repetir plato, aunque no rebañarlos. También están prohibidos los móviles.
Pablo Motos y los nietos
Pese a todas estas exigencias, Isabel Preysler tiene a dos personas en su familia a las que, según Tamara, les permite más cosas que a los demás: sus nietos. “El otro día, que no la habíamos visto ni Ana ni yo en todo el día, llega, abre la puerta, pregunta por mis sobrinos, ve que no están en el cuarto y acto seguido sale sin saludarnos”, comentó. También le permitió a uno de ellos, al parecer, pintar su sofá favorito. “No sé lo que les pasa a sus abuelas con sus nietos. Se les olvidan las reglas”.
Al hilo de esta retahíla de normas, Pablo Motos ha bromeado con una visita que hizo a la casa de Isabel Preysler en la que tuvo que poner en práctica todas estas reglas. “Yo estuve en una de esas cenas que hace tu madre de vez en cuando de comer una noche todo lo que te dé la gana. De repente empezó a salir comida. Estábamos comiendo de una forma absurda y empiezan a sacar platos de pasta”, ha recordado.