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La íntima confesión de Karlos Arguiñano: “Ahí hice un hijo”

El cocinero vasco ha querido compartir sus recuerdos de su viaje a Tailandia con su mujer, donde hizo a su hijo Charlie: “Me pareció un sitio bonito”.

Karlos Arguiñano sufre un nuevo varapalo en uno de sus negocios

Karlos Arguiñano ha traspasado fronteras en el mundo de la cocina, siendo uno de los más reputados chefs de nuestro país y uno de los rostros más televisivos. Una mezcla por la que han llegado a restarle mérito desde las altas esferas, pero a lo que no ha hecho mucho caso el vasco.

El cocinero se ha afianzado en Atresmedia, y más concretamente en Antena 3, con su programa de ‘Cocina abierta’, que se emite de lunes a viernes al mediodía. Un espacio en el que se dedica a hacer recetas de cocina para que sus fans puedan replicarle después, y donde aprovecha para soltar sus chascarrillos y anécdotas de su vida, ya sea profesional o privada.

No es muy habitual que Arguiñano se pronuncie sobre su vida familiar, la cual está compuesta por su mujer, Luisi Ameztoy, y sus siete hijos, Eneko, María, Zigor, Charly, Martín, Joseba y Amaia, y sus 12 nietos. Ahora, ha sido diferente, y es que en una de sus últimas retransmisiones, el cocinero ha querido contar una anécdota sobre su viaje a Tailandia junto a su mujer.

Su viaje a Tailandia: de la comida a su hijo

En plena receta, el chef vasco ha querido compartir con su audiencia sus recuerdos de aquel viaje: “Yo tengo un recuerdo muy bonito de los caramelos de jengibre. En Tailandia recuerdo que las sopas te las sirven calientes, ponen una brasita, y la sopa estaba hirviendo sobre el plato. Combaten el calor con picante y más calor. Muy curioso”, ha comenzado señalando.

Tras ello, y sin titubear, Karlos Arguiñano ha pasado a hacer una confesión de lo más íntima: “Ahí hice un hijo yo. Ahí le hice a mi hijo Charlie. Me pareció un sitio bonito para hacer un hijo. No me ha salido con los ojos achinados... es parecido a su madre. Con muy buen pelo y con buen carácter”, ha revelado el chef con humor.

Charly es el cuarto de los siete hermanos, y es el único de todos ellos que ha emprendido un camino diferente al de la hostelería. A sus 39 años trabaja como director de fotografía, aunque también hace sus pinitos de vez en cuando en las cocinas, sobre todo en la de la casa familiar: “Cuando celebramos algo, quizás sea el que más cocine”, confesó en una entrevista anterior.