Una nutricionista desmiente uno de los mitos clave sobre alimentación cuando llega el frío: “Es relativo”

Ahora que hemos dicho adiós al verano y las temperaturas comienzan a bajar, estamos convencidos de que también volverán algunas de las creencias más típicas sobre la alimentación. Seguramente alguna vez os hayan dicho que el cuerpo necesita consumir más calorías para contrarrestar el frío, ¿verdad? Pues lo cierto es que los expertos advierten que esto no funciona con todo el mundo.

La médica especialista en nutrición Mónica Katz señaló en un artículo de Infobae que “es probable que se necesiten un poco más de calorías en invierno”, pero también quiso dejar claro que esto es relativo. En países como Argentina, donde gran parte de la gente pasa la mayor parte del día en interiores o utiliza transporte, la exposición al frío es mínima, lo que reduce la necesidad de un aumento calórico.

Teniendo esto en cuenta, los expertos señalan que la tendencia a preparar comidas más contundentes durante el invierno e debe, en la mayoría de casos, a factores psicológicos o culturales. Lo que sí está demostrado es que la exposición al frío activa la termogénesis, un proceso mediante el cual el cuerpo genera calor para evitar la hipotermia, lo cual aumenta el gasto calórico. No obstante, este efecto se puede neutralizar fácilmente abrigándonos con más ropa o gracias a ambientes climatizados; de esta forma, la quema extra de calorías se reduce a niveles poco significativos.

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Hay que cuidar la alimentación durante todo el año, no os olvideis

¿Y qué pasa con las personas que realizar entrenamientos cuando hace mucho frío? Pues la nutricionista Julio Pozo, de la Universidad de O’Higgins (Chile), recomendó ajustar la dita con alimentos nutritivos que aporten energía, sin caer en exceso de carbohidratos y grasas poco saludables. Además, señaló que es importante beber mucha agua incluso en los días más fríos.

En resumen, lo que aconsejan los especialistas es mantener una dieta equilibrada durante todo el año, sin aumentar el consumo calórico porque sí. Platos calientes como sopas, guisos o woks pueden ser opciones ideales para el invierno, aunque no hay que olvidarse nunca de verduras, legumbres y frutas de temporada. ¡Siempre hay que cuidar lo que se come!

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