Ferrán Adrià rechazó abrir un restaurante en el Santiago Bernabéu: “El fútbol y el Barça son sagrados”

La reforma del Santiago Bernabéu ha conseguido elevar a olímpico, en el sentido clásico de la palabra, un núcleo deportivo que, de por sí, ya rezumaba leyenda. Un centro referente para cualquier tipo de entretenimiento, capaz de albergar conciertos de pistas interminables y los mejores partidos de fútbol de todo el globo; un lugar donde todo lo magnífico tiene espacio. También la gastronomía.

En este último sector buscaron despuntar las élites del coliseo blanco. Y para ello había un camino que suponía el éxito garantizado; se puso la mirada en alguien cuyo currículum es por pocos igualado: tres estrellas Michelin, cinco veces mejor restaurante del mundo —cuatro de ellas, consecutivamente—. Ferrán Adrià, el fundador de El Bulli. Pero la negociación no cuajó. La respuesta del chef catalán fue tan rápida como contundente. No.

Por y para la tierra

Esta impresionante confesión la ha dado el propio cocinero en una entrevista para Via lliure, programa de RAC1. Los motivos que ha aportado son contundentes y responden únicamente a sus propias creencias; lo ha hecho “por principios”, ya que, para él, “el fútbol y el Barça son sagrados” y montar un negocio en la casa de tu enemigo sería, simple y llanamente, un asunto contradictorio.

Aunque la sorpresa por el anuncio es mayúscula, lo cierto es que el chef es un reconocido culé que, además de no haber escondido nunca sus colores, siempre ha pensado en su tierra como hogar de sus ideas profesionales. De hecho, ha asegurado en el citado formato que la universidad gastronómica que ha abierto en la capital española fue inicialmente presentada “cuatro o cinco veces” como proyecto para ver la luz en Barcelona, pero que no llegó a ningún puerto porque “creían que no era importante”.

De esta forma nació el Madrid Culinary Campus —impulsada por la Universidad Pontificia de Comillas y Vocento—, una universidad destinada a la gastronomía en todos y cada uno de los ámbitos que pueden explorarse en la cocina. “Nos dejan hacer todo como queremos, la distribución, el interiorismo, la metodología, los currículum”, ha recitado el cocinero, casi de memoria, orgulloso de su idea y, sobre todo, de sus creencias y principios.