Jaime Ostos Jr, sobre la pelea con su hermano Jacobo: “Intentó romper la ventanilla del taxi”

Una imagen vale más que mil palabras y el rostro de Jaime Ostos Jr. ha venido a confirmarlo. Ayer acudió el hijo del torero a Y ahora Sonsoles y, después de dar una entrevista, puso rumbo al evento en el que se hallaba María Ángeles Grajal, que era la última pareja de su padre, y su hermano Jacobo. Y hasta ahí llega el punto en el que las versiones coinciden. Lo que se sabe con certeza es que este martes, un día más tarde de los acontecimientos, Jaime ha regresado al plató de Antena 3 con la cara llena de heridas.

Según Jacobo y María Ángeles, Jaime sujetó a la viuda del torero del brazo y la amenazó de muerte, lo que desencadenaría una posterior pelea. Por su parte, Beatriz Cortázar, quien acudió al evento, ha destapado en plena emisión que vio en primera persona cómo Jacobo corrió tras Jaime para tirarle el móvil en la cara. Y Jaime, por su parte, niega la mayor y cuenta una historia diferente.

“No vi a María Ángeles, no intercambié palabras con ella”, ha reconocido a Sonsoles Ónega, revelando que fue al mismo hotel no por el evento, sino porque “siempre que vengo a Madrid voy al Wellington, desde que era chiquitito he estado ahí con mi padre”. Y ahí se torció todo. “Noto que me cogen de la chaqueta, es Mari Ángeles y me dice de muy malas formas que me fuera. Me fui a la recepción y pedí un taxi. Yo a Jacobo nunca lo vi”, detalla.

La agresión que delata su rostro, según su versión tuvo lugar en el momento en el que se disponía a irse. “Estaba esperando a mi amiga en el taxi y él intentó romper la ventanilla del taxi. Yo estaba indefenso y empezó a agredirme hasta que los de seguridad del hotel y el taxista lo agarraron”, ha especificado a Sonsoles, agregando que “ya he puesto una denuncia y van a pedir las cámaras y ahí se ve perfectamente”.

El lapsus de Sonsoles

Tras la delicada entrevista, y a falta de mayor información acerca de lo ocurrido, Sonsoles ha protagonizado un auténtico momento ‘tierra, trágame’. La presentadora, preocupada por el estado de su entrevistado, le quería transmitir sus mejores deseos. Y lo hizo. Lo que pasó fue que se equivocó de nombre: “Jacobo, te tienes que recuperar”.

Jaime respondió con el rostro visiblemente desencajado. “No, yo no soy Jacobo”, replicó, en tono amistoso y apuntando que, ciertamente, tienen un nombre parecido. Y la presentadora del programa, que no tardó en entonar el mea culpa, le trasladó que aquello era más frecuente de lo que podía pensar: “Qué raro que no me haya pasado”.

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