Una nutricionista señala esta forma común de beber agua y sentencia: “Puede estimular la secreción de ácido clorhídrico”
La reconocida creadora de contenido sobre nutrición ‘Blancanutri’ ha desvelado el tipo de agua que, en su justa medida, mejora la digestión.
Hay pocos placeres que puedan equipararse al que uno siente cuando bebe agua bajo el cálido y boxeador sol del verano, cuyos rayos parecen amenazar a los transeúntes con el peligro de la deshidratación. No obstante, debe saber el lector que este ejercicio, si sano, puede serlo todavía más si realiza este acto de una forma concreta que, además de saciar la sed, reporta amplios beneficios a nivel estomacal.
Así lo ha señalado la experta nutricionista y creadora de contenido ‘Blancanutri’, quien acumula más de millón y medio de seguidores en su perfil de Instagram. La influencer, cuya rúbrica aparece también en algunos libros sobre nutrición y bajo premios de su área de trabajo, despeja el enigma con una pregunta a modo de introducción: “¿Sabes que el agua con gas puede ayudarte a expulsar gases, mejorar tus digestiones y, por tanto, a disminuir la hinchazón abdominal?“.
La cantidad, clave para no sufrir perjuicios
Según detalla, “esto es porque el agua con gas puede estimular la secreción de ácido clorhídrico”, proceso que se produce al convertirse dentro del estómago el dióxido de carbono en ácido carbónico, lo que libera la citada sustancia, “que es clave para digerir los alimentos, especialmente las proteínas, para absorber también vitaminas y minerales, etc.”.
Parte vital de esta ingesta se encuentra en la cantidad. “Un vasito pequeño antes de comer puede ayudarnos a activar la digestión, mejorar todos los síntomas que solemos tener cuando el estómago no está suficientemente ácido”, señala, apuntando que, por el contrario, si uno toma más, encontrará la otra cara de la moneda: “Sin embargo, tomar más de un vaso de agua con gas sí que nos puede aumentar esa sensación de gases y de distensión abdominal”.
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De esta forma se cierra el círculo de un hábito sano y poco conocido que, como tantos otros, y tal y como advirtió Aristóteles, encuentra su virtud en el justo medio entre dos extremos viciosos.
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