Alves vuelve a alegar que no huirá porque sus hijos estudian en Barcelona

Dani Alves se ha vuelto a someter a una vista ante la Audiencia Provincial de Barcelona para solicitar su excarcelamiento provisional por la presunta violación que cometió el pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton. El futbolista, por voz de su defensa, ha vuelto a insistir en que no tiene intención de salir de España y ha alegado esta vez que sus hijos están empadronados en la ciudad condal y escolarizados para el mes de septiembre.

Contra este argumento, la acusación particular considera que el traslado del expediente educativo de sus hijos es “un proyecto de vida ficticio” y, además, han recalcado que los dos descendientes del brasileño siguen viviendo en México. La letrada de la supuesta víctima, Ester García, considera que Alves sigue teniendo los suficientes recursos económicos como para “volver a cambiar de país si quisiera huir”.

El recurso es uno más en la estrategia liderada por Cristóbal Martell para intentar que su cliente salga de la cárcel hasta que el juicio por el delito sexual que se le imputa se celebre. Hasta este momento, todos los intentos han sido en vano, puesto que los jueces han considerado que el brasileño tiene capacidad de huir hasta Brasil, país con el que España no tiene tratado de extradición.

En uno de sus primeros recursos, todavía en el mes de enero, la defensa proponía la imposición de medidas restrictivas de libertad, como la retirada del pasaporte, comparecencias periódicas en sede judicial o, incluso, la imposición de una pulsera telemática para controlar su ubicación en todo momento. No obstante, la jueza rechazó todas esas opciones y mantuvo a Alves entre rejas.

Casi seis meses en prisión

En aproximadamente diez días, Dani Alves cumplirá seis meses en prisión provisional a expensas de la celebración del juicio que dictaminará si es considerado culpable o inocente de violación sexual. Las últimas informaciones apuntan a que la fase de instrucción está muy avanzada, aunque según valoró el abogado Manuel Iglesias Prada en 20 minutos, podría tardar un año en celebrarse desde el día de su internamiento en Brians 2.

Desde que se produjo su encarcelamiento, Alves ha defendido en todo momento su inocencia. Martell considera que existen “incoherencias e inconsistencias” en la declaración de la víctima y que esta entró al baño donde sucedieron los hipotéticos hechos por su propia voluntad. Aun así, el último auto judicial matizó que eso “no condiciona lo que ocurre en el baño […]. Hay una diferencia, ella ha mantenido su versión desde el primer momento y él la ha cambiado en varias ocasiones”, sentenció.