JUSTICIA

Alves, más cerca de la libertad provisional

Al interponer un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la condición de Alves seguirá siendo la de preso provisional, algo que no puede alargarse más de 13 meses.

El futbolista brasileño Dani Alves ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por la violación que cometió en la discoteca Sutton en la noche del 30 de diciembre de 2022. La jueza ha considerado probados los hechos y le ha impuesto además 5 años de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación de la víctima durante 9 años y 6 meses, así como indemnización de 150.000 euros y pago de las costas.

La abogada de Dani Alves, Inés Guardiola, ha anunciado a la salida de la Audiencia de Barcelona que interpondrán un recurso contra la condena recibida por su cliente por agredir sexualmente a una joven en una discoteca de Barcelona. El exfutbolista brasileño ha sido castigado con cuatro años y seis meses de cárcel, además de cinco años de libertad vigilada una vez concluida la pena de cárcel, una indemnización de 150.000 euros a la víctima, una orden de alejamiento durante nueve años y seis meses y el pago de las costas del juicio.

La sola presentación del recurso por parte de la defensa -o, en su defecto, de cualquiera de las dos acusaciones personadas en la causa- mantendría el estatus de Alves de ‘preso provisional’, pues no existiría una sentencia en firme. Eso le impediría poder disfrutar, al contrario que si fuera un reo sentenciado en firme, de los beneficios que establece el artículo 154 del Reglamento Penitenciario, consistentes en la opción de gozar de permisos a partir del cumplimiento de un cuarto de condena o, una vez alcanzada la mitad de esta, la consecución del tercer grado.

Alves lleva catorce meses en prisión provisional, tiempo que no puede ampliarse en más de trece meses más. La razón es que esa condición únicamente puede prorrogarse durante el 50% de la pena propuesta, es decir, dos años y tres meses. En el hipotético caso de superarse ese lapso temporal, el tribunal tendría que soltar al brasileño hasta que exista una sentencia en firme. No sería así, evidentemente, si existiera una condena definitiva y/o aceptada por todas las partes.

Por todo ello, y a la vista de que el caso podría alargarse todavía más una vez salga del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con la hipotética presentación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, no sería descartable que el tribunal falle su libertad provisional antes. Sucedería en caso de interpretar que el veredicto definitivo tras todos los recursos pudiera alargarse más allá de esos 13 meses. Esa será la próxima batalla que se avecina en un caso que, pese al fallo de la Audiencia de Barcelona, no ha hecho más que comenzar.

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