MBFW | SEMANA DE LA MODA

LaLiga Genuine se lleva el protagonismo en la Fashion Week

Dos exjugadoras de la primera división femenina de fútbol y dos jugadoras de LaLiga Genuine formaron parte de uno de los desfiles del último día de la Mercedes Benz Fashion Week.

Sandra García, jugadora del Sporting de LaLiga Genuine.

Contar una historia, la premisa en la que se embarcan las y los diseñadores cuando encumbran una colección, una tarea que se resume en media hora de exhibición en la pasarela, pero que lleva consigo horas, días y meses de preparación. Los colores, el tema, la música, las texturas, conseguir despertar emociones en el espectador y además, la importancia de las modelos.

En esta edición de la Mercedes Benz Fashion Week, la firma Rubearth contó con cuatro deportistas. Allianz, en colaboración con LaLiga, unieron a dos exjugadoras de la primera división femenina con dos jugadoras de LaLiga Genuine para formar parte del desfile. Rosalía Fernández y Sandra García, jugadoras del Sporting de LaLiga Genuine; Anair Lomba, exjugadora del Espanyol y Aintzane Encinas, exjugadora de la Real Sociedad, ambas embajadoras de LaLiga, desfilaron esta mañana y firmaron uno de los momentos más estelares de la semana. La inclusión en las pasarelas de moda es imprescindible para seguir avanzando en la historia y aplaudir la diversidad de cuerpos, colores y actitudes.

Agatha Ruíz de la Prada, Pertegaz, Teresa Helbig, Custo Barcelona, Redondo Brand, Jorge Vázquez, Hannibal Laguna, Guillermo Décimo… Cada uno con su repertorio hizo recordar que la moda sigue en auge, por qué no. Las escritoras, las pintoras, las pensadoras y en suma las artistas, han servido de fuente de inspiración, de musas, para Teresa Helbig. Los atuendos mostraban elegancia, estilo, comodidad y gritaban respeto por encima de todo, en una colección que rindió homenaje a la mujer en todas sus facetas.

Presentación de la colección de Teresa Helbig.
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Presentación de la colección de Teresa Helbig.OSCAR DEL POZOAFP

Guillermo Décimo presentó una colección y un espectáculo. Trasladó a los asistentes a los cuentos de hadas, literalmente. La música y la performance, ofrecida por bailarines, crearon un ambiente de cuento que culminó con los diseños. Vestidos inspirados en los siglos XVIII y XIX, encaje, volumen y lentejuelas desembocaron en aplausos que culminaron la jornada matinal.