Ibra se derrumba al recordar la muerte de su hermano: "Me estaba esperando"
El delantero sueco del AC Milán ha hablado por primera vez de la tragedia familiar que marcó a su familia, y tras la cual dejó de creer en Dios.
Zlatan Ibrahimovic es uno de los mejores delanteros que ha dado el fútbol, y durante las últimas décadas también uno de los más destacados, no solo por sus goles, sus actuaciones o su liderazgo, si no por su peculiar personalidad. El delantero sueco no acostumbra a revelar demasiados detalles de su vida privada, tampoco de lo que implica su pasado más allá de sus inicios futbolísticos, y recientemente ha querido abrirse públicamente sobre uno de los sucesos que marcó su vida: la muerte de su hermano Shapko.
La muerte de su hermano y su dura infancia
En las últimas horas, Zlatan ha hablado de su pasado después de haber presentado su libro 'Adrenalina, mis historias ignoradas', de cómo vio a su padre sufrir siendo un niño durante la guerra en Yugoslavia: "Todos los días recibía noticias sobre la muerte de alguien que conocía. Ayudó a los refugiados y siempre trató de protegerme de todo eso. Cuando su hermana murió en Suecia, yo no estaba allí. Pero cuando mi hermano Shapko murió de leucemia, me fui. Mi hermano me estaba esperando, murió frente a mí. Le enterramos según las costumbres musulmanas. Mi padre no derramó una lágrima, al día siguiente fue al cementerio y lloró desde la mañana hasta la noche. Solo", relata el delantero.
Desde entonces, Ibrahimovic reconoce que dejó de creer en la religión: "Yo no creo que Dios. Solo en mí mismo. Así es como aprendí a convertir el odio en un arma". Además de estos detalles de su forma de ser, el sueco ha querido relatar cómo fue su infancia: "Era difícil y problemático. Nada más nacer, la comadrona me dejó caer desde un metro de altura. Toda mi vida ha sido difícil. Era el diferente en la escuela. Los demás tenían ojos azules, brillantes y una nariz normal. Yo era moreno, con una nariz grande. Hablaba diferente y me movía diferente. Los padres de mis compañeros firmaron una petición para expulsarme. Siempre me odiaron, y al principio reaccioné mal, me odiaron. Más tarde, aprendía a sufrir y a convertir el odio en fuerza", recuerda.
El conflicto con Lukaku
Además de recordar sus difíciles comienzos, el sueco se pronunció sobre algunas de sus polémicas más destacadas en el terreno de juego: "Primero me peleé con Romagnoli y luego con Salemaker. Reaccioné para proteger a mi compañero de equipo, y luego comenzó a insultarme a nivel personal. Fue impactante, éramos compañeros de equipo en el United -explica su famoso enfrentamiento con Lukaku-. Tiene un gran ego, está convencido de que es de clase mundial y realmente es fuerte, pero yo crecí en un gueto y cuando alguien se me acerca con la cabeza levantada, le pongo en su lugar. Por eso mencioné los rituales de su madre y perdió el control. Tengo que lidiar con eso. No odio a nadie, ni siquiera a Lukaku", sentencia.