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Ryan Reynolds confiesa su peor experiencia como actor

El actor protagonista de cintas como ‘Free Guy’ o ‘Alerta Roja’ habla sin ningún tipo de tapujo sobre cuál ha sido la peor actuación a lo largo de su extensa carrera.

Ryan Reynolds confiesa su peor experiencia como actor

Ryan Reynolds es uno de los actores del momento. A sus 45 años cuenta con una extensa carrera cinematográfica en Hollywood donde se incluyen éxitos tan taquilleros como ‘Blade: Trinity’, ‘X-Men Origins: Wolverine’, ‘Deadpool’ o ‘Linterna verde’, entre otros. Además, cuenta con el honor de haber sido elegido como el hombre más sexy de 2010 según la revista estadounidense ‘People’.

Tras haber protagonizado recientemente ‘Alerta Roja’ y ‘Free Guy’, el actor ha decidido apartarse temporalmente de los sets de rodaje. “Es el momento perfecto para un tiempo sabático de rodar películas. Voy a echar de menos cada segundo de trabajo con este grupo de creadores y de artistas obscenamente dotados. Estoy tratando de crear un poco más de espacio para mi familia y pasar tiempo con ellas”, explicaba Reynolds a comienzos del mes de noviembre. Sin embargo, el intérprete continúa haciendo presencia en los medios de comunicación regalándonos titulares de lo más curiosos.

Su peor experiencia

Reynolds ha querido confesar cuál ha sido su peor actuación a lo largo de su carrera. Su peor experiencia se remonta a uno de sus primeros pinitos como actor, cuando tan solo tenía 19 años. “En uno de mis primeros trabajos, estaba en una sitcom y se trataba de un proyecto piloto”, comienza diciendo. “Volvieron a escribirlo todo justo antes de que entrara la audiencia al set. Había muchos desafíos. Además, era con público y nadie se sabía sus líneas de guion”, continúa relatando. “Todo el mundo estaba batallando por conseguir arreglar aquello. Esa fue la primera vez en la que realmente intenté experimentar con la improvisación delante de la cámara”, añade. “Fue una pesadilla”, dice refiriéndose a aquella improvisación. “Como un sueño que tienes cuando no estás preparado. Tenía la cara roja, ardiendo, y delante de mí había 500 personas mirando”, dice.