Julio Iglesias desiste de vender su avión privado al no encontrar comprador

Julio Iglesias no consigue deshacerse del majestuoso avión privado que ya puso a la venta hace tres años por 32 millones de dólares (más de 28 millones de euros). El lujoso jet, un Gulfstream G550, suponía un gran desembolso para un posible comprador, por eso decidió rebajar su precio hasta los 19 millones de dólares (más de 17 millones de euros), pero ni aún así logró encontrar a alguien dispuesto a hacerse con él. Ahora, tal y como publica El Español, ha decidido eliminar el anuncio de las páginas y portales en los que lo tenía a la venta.

El cantante había llegado al punto de animar a los posibles compradores a que hicieran una oferta con la que poder arrancar la negociación, pero ni por esas. Así que Iglesias ha optado por seguir con el avión en propiedad y son sus hijas las que seguirán utilizándolo para sus desplazamientos. Victoria y Cristina, de 20 años y fruto de su relación con Miranda Rijnsburger, trabajan en la industria de la moda y tienen en el jet el mejor transporte para sus viajes por Estados Unidos o para volar a Marbella durante sus vacaciones de verano. Junto a ellas suelen volar además sus queridas mascotas, dos hermosos perros que tienen su propio asiento gracias a las grandes dimensiones de la aeronave.

Un avión privado renovado en 2015

La fabricación del jet de Julio Iglesias se realizó en 2008 y llevaba un motor Rolls-Royce y todas las prestaciones para garantizar la máxima comodidad para el cantante y su familia. Sin embargo, tras unos cuantos viajes, Julio decidió ponerlo a su gusto y le hizo un lavado de cara a la cabina en 2015. Así, consiguió grandes mejoras que todavía hoy disfrutan sus hijos, como reproductores de música, pantallas digitales y mucho más.

Hasta 18 pasajeros pueden viajar a bordo y gozar de todas las comodidades, entre las que se incluye una cocina con frigorífico, microondas y cafeteras. Pese a todo lo comentado, Iglesias prefiere subirse a bordo lo menos posible desde que estalló la pandemia de coronavirus, por la que se ha recluido en una de sus mansiones y donde trata de descansar y de librarse de su continuo olor de espalda.

Cabe recordar que hace unos cuantos meses se publicaron unas fotografías en las que se veía a Julio caminando con serias dificultades, pero tiempo después decidió alzar la voz a través de su perfil de Instagram. "Por supuesto que me duele la espalda, como siempre me ha dolido, por supuesto que tengo menos fuerzas que antes. Lógico, voy a cumplir 78 años y ni siquiera a un grandísimo deportista se le puede pedir que a los 78 años pueda hacer deporte de la misma manera que lo hacía a los 20".