Melyssa Pinto habla de las secuelas que le ha dejado 'Supervivientes'
La finalista de la última edición del reality ha explicado las manías que tiene después de regresar de Honduras, como por ejemplo la necesidad de tirarse al suelo.
Hace unas semanas que los concursantes de 'Supervivientes' regresaron de Honduras y ahora tratan de volver a la normalidad y adaptarse de nuevo a su vida. Pero a pesar de que esto puede parecer fácil, hay gente a quien le cuesta. Es el caso de Melyssa Pinto, que ha confesado en su canal de Mtmad las secuelas que le ha dejado el concurso.
"Me estoy adaptando de nuevo a la situación, a la vida diaria, cotidiana, a mi rutina. Me está costando un poco, es bastante estresante. Estoy muy bien, muy contenta. En la isla estaba relajada, estaba acostumbrada a estar sin el teléfono. Me gustan mis momentos de soledad y ahora como que todo el mundo quiere verme, estar conmigo, es normal pero yo necesito mi espacio”, ha comenzado diciendo la exnovia de Tom Brusse.
Las obsesiones del regreso
"Tengo secuelas, como por ejemplo voy por la calle y en un momento dado me entra el puntazo y me apetece tumbarme en el suelo, y me quiero tumbar en el suelo. Y es un problema porque esto no es Supervivientes y no puedo tirarme en el suelo. Yo les dije a mis amigas que lo quería hacer y me tumbé en medio del paseo marítimo cinco minutos. Mi cuerpo lo necesitaba”, ha explicado.
"Esté donde esté si tengo ganas de hacer pis, veo normal ir por ahí y bajarme los pantalones... No lo he hecho eh, he sido consciente pero muchas veces me han entrado ganas y digo bueno pues aquí mismo así no busco un lavabo”, añade.
La alimentación
"Me paso el día comiendo unas galletas con crema de cacao por dentro y la crema de cacao en sí. He creado como una obsesión con el dulce y ahora me tengo que pasar el día comiendo dulce. Ya he recuperado todo el peso que perdí, vuelvo a estar como antes", señala en Mtmad.
"Los médicos nos informaron que se nos iba a hinchar la tripa de gases al comer otra vez con normalidad. El tema de la menstruación... He estado los cuatro meses sin la regla. Estaba preocupada pero ya me ha venido por fin, es un trastorno para el cuerpo. Cualquier cosa me agobia y me cabrea. Echo mucho de menos la isla, las recompensas, los juegos... Esa emoción al ver la comida la echo de menos”, ha concluído.