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Pilar Rubio y Sergio Ramos enternecen las redes con su reencuentro tras días sin verse

El defensa de Camas y la presentadora se han vuelto a ver después de unos días protagonizando un vídeo en el que reinan los besos con sus hijos.

Pilar Rubio y Sergio Ramos enternecen las redes con su reencuentro tras días sin verse

La nueva vida de Sergio Ramos y Pilar Rubio en París va a motivar cambios en su rutina, y los viajes con origen Madrid y con destino en la capital francesa no se han hecho esperar y en las últimas horas se ha producido uno de los primeros. Mientras el defensa del París Saint Germain continúa con la preparación de la nueva temporada y su adaptación, la presentadora y colaboradora de 'El Hormiguero' alterna su nueva vida con sus hijos sin despedirse del todo de la capital española.

Ramos recibió una visita muy especial

Esto precisamente motiva que Sergio Ramos se encuentre algunas semanas en solitario en su nuevo hogar mientras Pilar Rubio y sus hijos visitan Madrid, aunque por suerte para el camero en las últimas horas ha podido reencontrarse con ellos. De hecho, no ha dudado en presumir de momento familiar compartiendo en sus redes sociales un vídeo de lo más emotivo y cariñoso con el que, sin duda, ha conquistado las redes sociales.

Pilar Rubio llegó este domingo a la ciudad deportiva del París Saint Germain acompañada de dos de sus hijos, Alejandro y Adriano, para recoger al excapitán del Real Madrid de uno de sus últimos entrenamientos de la semana. El propio futbolista salió muy emocionado a su encuentro con la vestimenta oficial del conjunto parisino y rápidamente cogió en brazos a uno de sus niños, escribiendo en la publicación "mi familia, mi todo".

Y es que para el defensa andaluz su familia está por encima de todo, y así lo reconoció ya durante su acto de despedida del Real Madrid, señalando que con ellos todo saldría bien, incluida su nueva etapa en el club francés. Por ello, después de días sin verse, Pilar Rubio y Sergio Ramos han protagonizado un vídeo en el que no paran de besarse con sus hijos pequeños, prueba más que inequívoca de que las ganas que tenían de volver a verse eran mayúsculas.