Britney Spears se queda sola: renuncia su abogado tras su representante
El abogado que llevaba más de una década defendiendo los intereses de la popular cantante, decide abandonar sus labores en medio de un huracán de polémicas.
No están siendo unos meses fáciles para Britney Spears. A la renuncia de su representante y de uno de sus tutores, se suma ahora la de su abogado quién llevaba trece años velando por sus intereses. Se tata de Sam Ingham, el licenciado que a menudo daba la cara en medios de comunicación para informar de cómo se encontraba la artista en estos tiempos tan convulsos que está viviendo desde que se pusiera en marcha su tutela legal.
Ingham ha puesto punto final a su labor como defensor legal de Britney Spears, tal y como afirman desde varios medios especializados en Estados Unidos. El abogado ha presentado varios documentos en los juzgados de California donde afirma que se desentiende del caso y que prefiere que otros compañeros de profesión se encarguen de la complicada situación de la cantante. De esta forma, el juzgado designará a un nuevo licenciado para que Spears no quede desamparada.
Sin embargo, llama la atención que la renuncia de Ingham coincida con las controvertidas declaraciones de la cantante el pasado 23 de junio en los tribunales de Los Ángeles donde Spears pidió el fin de su tutela legal a la que está sometida desde hace más de una década. Esta tutela conlleva que su padre controle tanto la parte administrativa como financiera de su hija. “Quiero cambios, merezco cambios. Me dijeron que tenía que sentarme y ser evaluada de nuevo. Yo no sabía que se podía pedir que se terminara la tutela. Honestamente, no lo sabía”, declaraba la intérprete de ‘Toxic’ haciendo alusión a que su abogado no le informaba correctamente de todos los procedimientos a seguir para mejorar su situación.
“Con mi abogado hemos construido una especie de relación, pero no he tenido realmente la oportunidad de ser yo quien escogiera por mí misma a mi propio abogado y me gustaría hacerlo”, continuaba declarando la cantante. Cabe destacar que, según The New York Times’, Sam Ingham se habría embolsado más de tres millones de dólares con el caso, unos 2,5 millones de euros al cambio. A pesar de las peticiones de Britney Spears para poner fin a la tutela legal, parece que el asunto irá para largo ya que ningún abogado ni su padre Jamie Spears, han querido formalizar la petición de la popular artista.