Un italiano confiesa por el denominado 'robo del siglo' a Tamara Ecclestone
Alessandro Donati se ha declarado responsable de ser parte de la banda que asaltó la vivienda de 84 millones de la hija de Bernie Ecclestone.
Un hombre de nacionalidad italiana se ha declarado culpable de haber sido parte del supuesto grupo de delincuentes que a finales de 2019 asaltó la mansión de Tamara Ecclestone llevándose un botín multimillonario. Alessandro Donati, que fue detenido el pasado año en Italia y posteriormente extraditado a Reino Unido, asumió su responsabilidad por un cargo de conspiración para robar en viviendas entre el 29 de noviembre y el 18 de diciembre de 2019. Eso sí, el valor de lo robado no coincide con las cifras que se desvelaron por aquellas fechas.
Tamara, la hija del expropietario de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, se encontraba de vacaciones en Laponia con su marido y su hija cuando los asaltantes entraron en su casa. Según el testimonio de Donati, el milanés de 43 años se asoció con otros tres hombres de diferentes nacionalidades para entrar en las casas de diferentes rostros conocidos como la propia Tamara, aunque también se sospecha que pudo participar en los atracos al exentrenador del Chelsea Frank Lampard y al tristemente fallecido presidente del Leicester City, Vichai Srivaddhanaprabha.
El acusado ha confesado haber sustraído dinero, joyas y relojes de al menos dos viviendas por un valor de 30 millones de euros, aunque en un primer momento la prensa británica situó la cifra en los 70 millones de euros. Y no sería de extrañar, teniendo en cuenta que la mansión de la que hablamos está valorada en 84 millones de euros y dispone de 57 habitaciones.
¿Pero cómo lograron burlar la seguridad de un lugar así? La hipótesis que en todo momento han tenido como buena las autoridades es que los asaltantes lograron atravesar el jardín trasero y se colaron en uno de los edificios de la denominada Billionaire Row, donde viven algunas de las personas más ricas y poderosas del mundo como miembros de la familia real, el sultán de Brunéi o Roman Abramovich. Pero las garitas de seguridad y los vigilantes no pudieron percatarse de que estaban siendo burlados.
Treparon la verja, cruzaron el jardín y una vez en la mansión, se hicieron con todo lo que pudieron. El abogado de Donati explicó que los ladrones solo pudieron abrir una de las muchas cajas fuertes y se hicieron con joyas y dinero en efectivo para formar un botín superior a los 20 millones. Además, el acusado asumió el cargo de relación con la banda, pero no el de ser el líder, evitando así una pena considerablemente mayor. Su condena la cumplirá en Italia tal y como estaba estipulado en las condiciones. Lo robado, mientras tanto, todavía no ha aparecido, y en Italia medios como Il Corriere della Sera apunta a que muchas de las joyas se habrían fundido en el norte de Italia gracias al mercado negro.