Iker Jiménez critica con severidad las bromas sobre la Covid: "Debo ser muy tonto"
El presentador de Cuarto Milenio ha hecho una larga reflexión atacando el humor mediático y el 'cachondeo' sobre la pandemia.
Iker Jiménez nunca le ha temido a ningún tema de conversación. A través de sus programas televisivos, el periodista ha puesto sobre la mesa asuntos marginales o delicados y debates de todo tipo, y a lo largo de los últimos meses, se ha esforzado por aportar una visión libre de filtros sobre muchas de las problemáticas, efectos y confusiones surgidos a raíz de la pandemia del coronavirus.
Jiménez, como apuntaba él mismo ayer, cuenta "las cosas en crudo", y haciendo honor a esta característica, ha hecho una reflexión muy crítica en su último programa acerca del tratamiento humorístico que se ha articulado desde varios frentes distintos a la hora de reaccionar ante la Covid-19. Enfermedad que, en cuestión de poco más de un año, ha provocado más de dos millones y medio de muertes y ha puesto patas arriba al mundo entero.
"¿De dónde viene el chiste, de dónde viene el humor sobre este tema?", se preguntó Jiménez desde su despacho, "No lo sé muy bien. Pero hay una cosa que diferencia a la pandemia que hemos vivido, con 100.000 muertos, mínimo, de otras grandes enfermedades, y es que sobre otras no hay gracia".
El periodista se cuestionaba si el elemento de la politización tendría algo que ver en esta tendencia: "Hay que ser un poco inhumano para, basándose en la ideología, quitar hierro haciendo la gracia. Pero, de inmediato, ustedes lo recuerdan, se hacían chistes, canciones sobre el coronavirus. No sé, no me las imagino sobre el cáncer, sobre el ELA o sobre el sida. ¿Por qué sobre el coronavirus sí? Alguien puede decir: 'Hombre, pues porque no parecía que fuera para tanto'. Pero ya era para tanto y seguía el cachondeíto".
"Ha sido una visión egoísta de la vida"
"El humor es lo que tiene. Que uno puede decir lo que quiere y está muy bien, y queda ahí. Pero el humor mediático influye, llega a la gente y genera una forma de tomarse las cosas", continuó Jiménez, antes de ampliar la panorámica, "Pero tiene que haber algo más... esto no puede ser sólo por eso. Revisando, que es lo que yo he hecho, todo el inicio, ves ese cachondeo". Jiménez argumentó que, cuando ya en China o Italia comenzaban a hacerse evidentes las letales consecuencias que podía tener la Covid, "seguía el humor". "El maravilloso y didáctico humor", lo denominó con sarcasmo, "ante una cosa que, intuíamos muchos, aunque no se pudiese saber al parecer, que iba a azotarnos".
Volviendo a su pregunta original, Jiménez señaló que ese tipo de humor se fraguó para que "la gente durante mucho tiempo no se lo tomase en serio. Si a ti te dicen que esto es una risa una parte de la población se lo cree". El periodista pasó después a criticar las cuentas de Twitter "jealeadas por intelectuales" en las se reían del coronavirus y el coronavirus hablaba y hacía chistes".
Jiménez insistió de nuevo en la distinción que parece subyacer entre la Covid y otras enfermedades mortales: "¿Qué diferencia hay para que te rías y hagas la gracia con esto? Yo no lo entiendo muy bien. No entiendo muy bien, cuando el coronavirus te coge y te convierte los pulmones en mármol y mata a un familiar tuyo en la UCI. No entiendo muy bien la gracia. Debe ser que yo soy muy tonto, muy torpe, muy idiota y no la entiendo. No entiendo ni la gracia ni el jaleo de la gracia. No entiendo que se promocione la gracia y que sea muy cool reírse del coronavirus", declaró con seriedad.
A continuación, el periodista subrayó cómo este humor normalizado podría haber influido en una gran parte de la opinión pública a la hora de generar cierta sensación de 'despreocupación'. Y además, señaló también otro factor clave en esta realidad: cómo la Covid ha afectado y afecta sobre todo a personas más mayores. "Ha sido una visión egoísta de la vida", manifestó.
"Hagan su trigonometría y comprendan lo que ha pasado con el coronavirus y por qué", concluyó el presentador, antes de aludir al tema de las residencias y el "desprecio a la tercera edad". "¿Ustedes pueden resolverme a mí el enigma?", se decía hacia el final de su discurso, "¿Qué tarjeta verde de libertad hay para reírse de algo como esto?"