ISLA DE LAS TENTACIONES

El papel de los concursantes de 'La isla de las tentaciones' si fuesen trabajadores de un circo

La psicóloga y sexóloga Lara Ferreiro analiza los perfiles de los concursantes del reality y les pone un mote relacionado con el mundo del circo.

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El papel de los concursantes de 'La isla de las tentaciones' si fuesen trabajadores de un circo

‘La isla de las tentaciones’ está dando mucho de qué hablar. El reality de Telecinco ha emitido ya ocho programas de la presente edición que está más emocionante que nunca. En la andadura de esta tercera emisión del programa hemos podido comprobar cómo se han roto tres parejas, las formadas por Diego y Lola, Jesús y Marina, y Manuel y Lucía, los protagonistas de la última hoguera de confrontación.

Precisamente, estos concursantes son los que han causado más polémicas dentro de Villa Montaña y Villa Playa. En torno a estas tres parejas se han originado algunas de las infidelidades más locas de la historia del programa. Entre ellas, la de Lola con el soltero Carlos; la de Marina con Isaac; y la de Manuel con Fiama y Stefany.

El circo de las tentaciones

Hace unas semanas, Lara Ferreiro, psicosexóloga oficial de la plataforma de citas Ashley Madison, analizó los perfiles psicológicos de las tres parejas del momento en ‘La isla de las tentaciones’. Estableció a Diego y Lola como ‘la pareja enredadora’; a Jesús y Marina como 'la pareja vengadora’; y a Manuel y Lucía como ‘la pareja narcisista e ingenua’.

En esta ocasión, tras el abandono de la isla de Lucía, como soltera, y de Manuel y Fiama como nueva pareja, Lara Ferreiro ha vuelto a analizar esos perfiles y los ha descrito como si fuesen trabajadores de un circo en su análisis “El circo de las tentaciones: sus artistas más polémicos”.

Lola: la lanzadora de cuchillos

Para la psicosexóloga de Ashley Madison, Lola es la actriz principal del circo de las tentaciones: “Los espectadores esperamos su número con gran expectación. Su espectáculo es de los más deseados para los que estamos congregados en el televisor. Ella sabe generar interés como ninguna otra. Cuando pensábamos que se había aclarado sus ideas, Lola hace un giro de guion tan sorprendente que nos deja perplejos”, señala Lara.

“Lola ha demostrado ser mala amiga y vengativa. Ha traicionado a la inocente Lucía. Se fue con Carlos, cuando su amiga Lucía había tonteado previamente con él. No conforme con eso, Lola quería seguir revolucionando el gallinero, y lo consiguió. Como se sentía culpable, quería expandir su malestar por la Villa Montaña y quiso envenenar a Marina para que se enemistara con Lucía, lanzándole un cuchillo envenenado, insinuando que Lucía tonteó con Isaac”, añade.

Por todos estos motivos, Lola se ha ganado el sobrenombre de la "lanzadora de cuchillos” ya que tiene buena puntería con sus puñales y cuando apunta a un objetivo, jamás le falla el tiro. “Lola también es una persona dependiente emocional, reconoce que ha estado sólo tres meses sin pareja durante toda su vida. No sabe estar sola. Ella cree que sólo a través de un hombre puede realizarse y sin ellos su vida, no tendría sentido. No tiene identidad propia y quiere encontrarla en la isla a través de ir probando diferentes tentadores: Simone y Carlos”, continúa el análisis de Lara.

“Lola es influenciable, sumisa, tiene ganas y necesidad de explorar el mundo. Se deja envolver por un hombre como Carlos y se olvida de su novio Diego rápidamente, aún prometiéndole horas antes en la hoguera de confrontación que le demostraría su amor. Su palabra es muy frágil y tiene muy poca credibilidad. Es impulsiva. Tiene rasgos poco empáticos, se siente menos culpable al ver a Diego liarse con Carla, en lugar de sentir dolor y llorar”, añade la psicóloga de Ashley Madison.

“De carácter narcisista, se está priorizando a si misma por encima de todo, probablemente en su vida fuera de la isla, ella priorizaba a los demás, pero ahora se ha ido al otro polo por compensación. Es una mujer insegura que necesita que Carlos le refuerce y le diga lo guapa que es constantemente. Ellos han creado una burbuja falsa que se puede explotar en cualquier momento, dada la fragilidad emocional de Lola”, concluye Lara Ferreiro sobre “Lola, la lanzadora de cuchillos”.

Manuel: el trapecista

El segundo miembro del circo de las tentaciones es Manuel, ya expareja de Lucía: “Manuel es el trapecista del circo y realiza acrobacias arriesgadas sobre el trapecio. Se lio con dos mujeres en la isla y ha puesto en riesgo su relación con Lucía por sus ganas de divertirse e inmadurez”, comienza explicando Lara.

"Es un ‘Bon vivant’ y mujeriego. Su propia madre le aconsejó que se comportara bien en la isla, pero hasta ella sabía que iba a acabar liándola, como así ha sido. Manuel es un desagradecido, no ha tenido elegancia a la hora de gestionar su relación emocional con Lucía. Se hace la víctima y dice que es Fiama quién le besa y él se deja llevar, en lugar de reconocer que él también quería besarla. Tiene rasgos narcisistas. Dice que es el mejor, pero por debajo el tiene capas invisibles de inseguridad”, señala.

"Incluso puede que no haya habido una química sexual real entre ellos cuando se escondieron en el baño para tener relaciones sexuales. Fiama dijo que para esos pocos segundos que duró, no le había compensado hacerlo. Su relación con Fiama es superficial y tendrá poco recorrido por el perfil de ambos", añade.

“Antes de entrar en la isla, Manuel no estaba enamorado de Lucía y ha ido a la isla a dinamitar la relación. Que las imágenes de él la hicieran reaccionar. Él no quería hacer el trabajo sucio y mancharse las manos con ella, ¡cuanta valentía y madurez!”, señala la psicóloga. Para Lara, la reacción de Manuel corriendo detrás de Lucía pidiéndole perdón es simplemente un acto para poder lavar su culpa por lo que le ha hecho, pero no quiere decir que lo sienta de verdad.

Lucía, la bufón

Si hay algo que nos ha quedado claro en esta tercera edición es que Lucía se ha coronado como una auténtica reina, aunque su papel en ‘el circo de las tentaciones’ no es el más amable. Como señala Lara: “El bufón nunca queda en buen lugar ya que se burlan todos de él”.

Esto se debe a que Carlos primer jugó con ella y luego se fue con Lola. Manuel hizo lo mismo y se fue con Fiama. Ella lo ha dado todo durante su relación con Manuel, incluso reconoció que se había peleado con su propia familia por su ya expareja.

“Lucía quiere olvidar a Manuel y liberarse del rencor que siente por él. Es una mujer más fuerte de lo que parece a priori. Ella tiene mucho dolor por dentro y en fondo esperaba lo que Manuel hizo en la hoguera de confrontación. Ni siquiera ella lloró. Se ha mantuvo fuerte y entera a nivel emocional. El duelo por la pérdida de Manuel lo ha empezado a procesar”, señala Lara.

“Lucía era una persona adicta a Manuel, que le ha perdonado todo antes de entrar. En ‘La isla de las tentaciones’, ella ha empezado a sentirse segura y se ha dado cuenta que ella era el premio de la relación con Manuel y no él. Bravo Lucía”, concluye Lara sobre “la bufón”.

Fiama, la domadora de leones

El último papel del circo de las tentaciones es para Fiama, la mayor tentación de Manuel: “Ella es una domadora profesional de leones. Parece una gatita inofensiva, pero por dentro es una leona y sabe domar a los de su especie, leones como Manuel”, explica Lara.

“Fiama sabe moverse en los realities, es una gran veterana y sabe como enamorar a alguien. Fiama se siente alagada por ser la deseada, pero para ella no es más que un juego. Ella sabe hacerlo y conoce muy bien las reglas del reality, ya que ha estado anteriormente allí”, cuenta la psicóloga.

“Manuel se siente él mismo con Fiama pero ella pone cara de susto cuando Manuel le dice que quiere irse con ella y no sabe si está enamorada de él. Fiama podría estar utilizando a Manuel para luego hacer platós de televisión. Al final, se van juntos pero mi pronóstico es que no van a acabar juntos como pareja de muchos años. Parece más un capricho del momento”, concluye la psicosexóloga oficial de la plataforma de citas Ashley Madison.