El recado envenenado de Adara a Hugo Sierra tras saber que va a ser padre

Tras muchos meses fuera del centro mediático, Hugo Sierra e Ivana Icardi volvieron a copar titulares al anunciar ayer en sus redes sociales que van a ser padres de su primer hijo en común. La pareja, que se conoció en la última edición de 'Supervivientes', fueron los grandes protagonistas del reality por su turbulenta historia de amor, que surgió poco después de la separación del uruguayo de su anterior pareja, Adara Molinero (y que se produjo, a su vez, cuando esta concursaba en 'GH Vip').

Hugo e Ivana anunciaron su futura paternidad con una bonita fotografía en las redes sociales en la que salían besándose mientras enseñaban una ecografía. Las reacciones no se hicieron esperar, y los seguidores de ambos se apresuraron a felicitarles por su decisión de formar una familia. Pero hay alguien que ha mostrado una actitud bastante más fría al enterarse de la novedad.

Y es que Adara Molinero fue invitada, ayer en 'Sálvame', a dar su opinión acerca del embarazo de la argentina. Lejos de dar la enhorabuena a su exmarido y su nueva chica, la joven se limitó a expresar lo siguiente: "No es mi historia". Insistiendo en que, a día de hoy, no mantiene con Hugo ningún contacto más allá del estrictamente necesario (recordamos que tienen un hijo juntos, Martín), la de Alcobendas ha apostillado que ella ha rehecho su vida y que "cada uno hace lo que quiere".

La joven, eso sí, reconoció que espera que su relación con Hugo siga siendo igual de "cordial" como hasta ahora. Pero esto no fue todo. Lainfluencer también le lanzó, de forma más o menos indirecta, un buen dardo al uruguayo: "Espero que se haga cargo de sus 3 hijos por igual, que les dé todo lo que necesitan y lo que ello implica. Y ya está".

Pese a estas palabras, hay que señalar que, ciertamente, Hugo y Adara parecen estar ahora en un lugar mejor que aquel en el que se encontraban durante la época en la que concursaban en los programas de telerrealidad de Telecinco, y durante la cual, los ataques, denuncias y amenazas eran una constante en ambas direcciones.