Una exciclista denuncia haber perdido un trabajo después de posar para 'Playboy'
Tara Gins tenía apalabrado convertirse en directora deportiva de un equipo sub-23, pero tras una sesión de fotos de lo más sensual, la cosa se ha torcido.
La deportista belga Tara Gins, que se dedicó al ciclismo profesional desde el 2016 hasta el año pasado, formando parte de equipos de la máxima categoría femenina de la disciplina en ruta a nivel mundial, tales como el Lares-Waowdeals, el Health Mate o el Memorial Santos, se encuentra en el centro de una polémica laboral que está copando los titulares de su país.
Y es que la joven ha denunciado haber perdido un trabajo a raíz de sus posados en varias sesiones de fotos de corte erótico, una de ellas para la revista Playboy y otra para un calendario belga. Gins compartió algunas de estas instantáneas en su perfil personal de Instagram, lo que provocó que el equipo sub-23 con el cual había apalabrado un contrato para convertirse en directora deportiva, decidiera finalmente no contar con ella.
Tras recibir la noticia, la exciclista no dudó en mostrar públicamente su desaprobación: "Tenía un acuerdo para empezar a trabajar en un equipo masculino, en el que entrenaría con jóvenes ciclistas y de élite", explicó en las redes sociales, "era algo que esperaba y que siempre había querido hacer, pero alguien ha creado un problema por unas fotos mías. No me importa que el trabajo se haya anulado. Probablemente sea lo mejor".
Gins aseguró que no quiere "trabajar con quien no vea las capacidades" que tiene, pero quiso dejar clara su opinión al respecto de toda la controversia: "Eran fotos que no hacen daño a nadie. Al parecer, ahora son demasiado inapropiadas para trabajar con corredores. Parece que una foto es más importante que las capacidades o la experiencia". La joven quiso agradecer así mismo el apoyo recibido, y afirmó estar ya deseando "dejar esto atrás lo antes posible".
Su mensaje, no obstante, no quedó ahí. La exciclista aprovechó para revelar algunas experiencias desagradables padecidas durante su trayectoria profesional. "En todos los años que he corrido, he vivido muchas cosas negativas con los jefes de equipo o los masajistas. Me han agredido, literalmente", confesó, "una vez un mecánico se metió en la ducha conmigo después de un entrenamiento. Otra vez me besó alguien del equipo y tuve que apartar a esa persona de mí. Tuve comentarios muy inapropiados de los jefes de equipo sobre mi aspecto, sobre mi peso, sobre lo que no me harían si tuviera un aspecto diferente".