Mike Tyson se come unos hongos alucinógenos en mitad de una entrevista
El boxeador ha vuelto a hacer gala de su faceta más salvaje en el podcast de Logan Paul, durante el cual no dudó en 'colocarse' en directo.
Mike Tyson nunca dejará de sorprender, para bien o para mal. El púgil ha dado varias lecciones de imprevisibilidad a lo largo de este año, siendo la más sonada la de su anuncio de querer volver al ring. Un deseo que llevó a cabo el mes pasado, a sus 54 años, enfrentándose a Roy Jones Jt. en un evento histórico que se zanjó con un empate, pero en el que los dos púgiles dieron un espectáculo que quedará para el recuerdo.
Sin embargo, Tyson no sería Tyson si solo se tuvieran en cuenta sus incomparables logros con los guantes. El estadounidense es así mismo famoso por su extravagante personalidad, de la que siempre puede uno esperarse cualquier locura. Y así lo ha demostrado esta semana durante una entrevista en Impaulsive, el podcast del popular YouTuber Logan Paul, y durante la cual Tyson, como quién no quiere la cosa, consumió en directo varias drogas distintas.
El boxeador comenzó la conversación con un cigarro de marihuana en la mano, una afición que ha alimentado desde que decidiera meterse en el negocio del cultivo de cannabis. Pero esto fue solo el principio, pues, poco después, las personas presentes en el estudio se dieron cuenta de que uno de los asistentes de Tyson tenía consigo una bolsa llena de hongos alucinógenos.
Tyson no tuvo reparos en hablar entonces sobre sus experiencias con este tipo de drogas. Como tampoco dudó a la hora de tomar un puñado de la bolsa y comerse varios hongos en mitad de la conversación. "Son hongos mágicos", explicó, antes de añadir que suele consumirlos de manera habitual. "Es solo un hongo. Es de lo que estamos hechos. Cuando morimos nos convertimos en esto de nuevo", manifestó.
El excampeón de los pesos pesados narró a continuación los episodios que había vivido al probar la DMT, también conocida como 'molécula de Dios', una de las sustancias psicodélicas más poderosas que existen; o el veneno del sapo Bufo. "Es completamente diferente", recordó sobre esta última aventura con los alucinógenos, "tu cuerpo se queda aquí y tu alma se despega. Te hace sentirte Dios por un momento".