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Dulceida revela la verdad sobre su patrimonio: "La gente se sorprende"

La instagrammer más seguida de nuestro país se ha confesado en una entrevista sobre los desafíos de su trabajo y el mito de las ganancias de los influencers.

Dulceida revela la verdad sobre su patrimonio: "La gente se sorprende"

Aida Domenech, conocida como Dulceida en el mundo virtual, es una de las más sonadas representantes de la élite de influencers de nuestro país. La catalana de 31 años comenzó su carrera en el ámbito de los blogs y, posteriormente, se convirtió en una de las pioneras en el ámbito de la explotación comercial de la propia imagen que eclosionó con el advenimiento de las redes sociales y su función de servir de escaparate a las marcas.

Desde entonces, Dulceida se las ha arreglado para conservar su posición en este terreno tan competitivo y, hasta cierto punto, confuso. E una entrevista publicada en LOC, la joven, que a día de hoy cuenta con más de 2 millones y 875.000 seguidores en Instagram, ha querido aclarar algunas de las dudas, habladurías y fábulas más extendidas sobre su profesión.

En primer lugar, y como confesión más curiosa de todas sus declaraciones, Dulceida se ha pronunciado sobre la creencia de que todos los instagrammers nadan en la abundancia. "No es así. No soy millonaria", ha asegurado la catalana, "soy la típica que si va a un programa de estos que te preguntan cuánto dinero tienes en la cuenta, se sorprende la gente. Además, yo tengo una empresa en la que he invertido muchísimo".

Por otro lado, la joven también se ha referido a la consabida rivalidad que existe entre muchas de las influencers de primera fila. Una rivalidad que en ocasiones va de la mano de emociones bastante tóxicas: "Hay envidias, sí. Y es lo que más odio en este mundo". Hablando sobre su manera de afrontar esta realidad, Dulceida ha afirmado que ella trata de "ser transparente" y comportarse amablemente con todos sus compañeros de profesión. "Aunque yo sí que lo noto mucho conmigo", ha apostillado, "y eso es algo que no me gusta. Creo que hay sitio para todas y si yo veo a alguien con talento, intento ayudarle. Pienso que si todas hiciéramos eso, sería mucho mejor".

Por último, Dulceida también se ha manifestado sobre la creciente obsesión  por convertirse en influencer, una manera de ganarse la vida que, cada vez más, resulta muy atractiva para niñas y adolescentes. "Yo creo que ahora es fácil tener seguidores, pero los influencers, una palabra que odio, somos muy pocos", ha reflexionado, "De hecho, yo, como conozco mi trabajo, sé cuando alguien está anunciando algo que no le gusta. Hay personas que hacen estas cosas únicamente por dinero y yo creo que este es un trabajo que hay que cuidar. Porque si el público te sigue, es porque cree en ti y si tú lo engañas, lo engañas y lo engañas, al final, va a dejar de creer".