Las excentricidades de Ed Sheeran devalúan su mansión en la ciudad en que creció
El artista británico compró varias propiedades para lograr una casa de ensueño en Framlingham, pero sus múltiples lujos podrían impedir una futura venta.
Ed Sheeran se ha convertido, gracias a un trabajo incansable, en uno de los mejores artistas de este siglo en la industria de la música, lo que le ha llevado a amasar una fortuna que se estima en los 226 millones de euros. Así, y después de haber dormido y tocado en el metro para conseguir dinero, ha logrado adquirir hasta 27 propiedades invirtiendo más de 64 millones de euros, aunque la más especial es la que compró en la ciudad en que creció, en Framlingham, y la que sus seguidores han bautizado como Sheeranville.
En un primer momento, el cantante consiguió una de las granjas de la zona a modo de casa de campo, pero poco a poco se pudo hacer con cuatro propiedades cercanas para crear una auténtica mansión de gigantescas dimensiones. En total desembolsó 4,4 millones de euros, pero habría que sumar además los 3 millones más que tuvo que pagar para que cumpliera con todas sus exigencias, y no eran pocas, pues ahora la vivienda cuenta con un lago, un bosque, una casa en un árbol de más de 60 metros cuadrados, una capilla, un pub, una sala de cine y por supuesto un estudio de grabación.
Pero todas estas excentricidades han provocado que el valor de la propiedad haya caído hasta un millón de euros, tal y como han apuntado sendos estudios de Money.co.uk y Housebuyers4u. En sus conclusiones, señalan que una vivienda tan personalizada podría sufrir en el mercado por el coste que supondría para un comprador tener que terminar con los deseos decorativos del artista de Halifax.
Y es que además de todos los lujos mencionados, el hogar de Sheeran dispone de un gimnasio, piscina cubierta, invernaderos, cocina exterior y un estanque cuyo valor supera el medio millón de euros.
El buen hacer del músico en materia inmobiliaria, pagando todas sus propiedades en efectivo y sin necesidad de hipotecas, le ha permitido contar con una residencia de lujo en Notting Hill de más de 22 millones de euros, y dos casas más próximas a su restaurante en Portobello Road.