Megan Fox, sobre Hollywood: "¿Por qué dejé que me echaran tanta mierda encima?"
La actriz ha reflexionado en una entrevista sobre el trato que recibió por parte de la industria y los medios cuando irrumpió en la Meca del Cine hace años.
El caso de Megan Fox y su carrera en la todopoderosa industria cinematográfica norteamericana es un tanto especial. La intérprete de 34 años saltó vertiginosamente a la fama gracias a las películas de 'Transformers', convirtiéndose de la noche a la mañana en una de las mujeres más deseadas del planeta (la primera entrega se estrenó en 2007, cuando Fox contaba 21 años). Su estatus de 'sex symbol', no obstante, vino acompañado de un escrutinio no siempre amable por parte de los medios de comunicación, así como del empeño de Hollywood por encasillarla en papeles con los que se pudiera explotar su atractivo sexual.
Pero la personalidad rebelde de Fox, sumada a la polémica generada tras su despido de la franquicia de Michael Bay (al que llegó a comparar con Hitler), la apartaron de la primera fila de la Meca del Cine, y desde hace años su presencia en la gran pantalla se ha reducido considerablemente. Por fortuna, el tiempo pone todo en su lugar, y poco a poco, las denuncias sobre el desafortunado trato mediático que recibió la actriz cuando se encontraba en la cima de su trayectoria han ido calando en la arena virtual.
Y en una entrevista reciente con el medio Refinery 29, Fox ha reflexionado sobre todo esto, admitiendo que aunque a día de hoy tanto ella como sus trabajos estén siendo progresivamente reinterpretados bajo una nueva luz, las cosas no fueron nada fáciles en el pasado. "Hubiera apreciado algo de apoyo entonces, estuve sola en aguas turbulentas durante mucho tiempo", ha referido.
La actriz ha explicado que aquella realidad pasada contribuyó enormemente a modelar quién es a día de hoy. "Todo eso me proporcionó mucha fuerza. Tener que atravesar un desafío así, la resiliencia de la que dispongo y la capacidad de sobrevivir a cosas muy negativas sin ayuda externa me hicieron una persona mejor", ha confesado.
Consciente de la simpatía que tanto ella como su experiencia han empezado a cosechar en la opinión pública desde hace algún tiempo, Fox asegura sentirse agradecida, aunque apunta que le hubiera gustado que sus fans hubieran podido darse cuenta antes de "la campaña de absoluta toxicidad que me fue arrojada encima durante años".
Lo único de lo que se arrepiente, según ha explicado, es de haber aguantado tanto: "¿Por qué dejé que me echaran tanta mierda encima? ¿Por qué sucumbí a ello?", ha reflexionado la intérprete, antes de llevar a cabo una crítica sobre los prejuicios y la facilidad con la que a día de hoy se puede atacar a los demás sin que intervenga sentido de culpabilidad alguno: "Cuando le dices a alguien que no es bueno haciendo algo, puede absorber esto y convertirlo en parte de su realidad, creando una vida que refleje la mierda negativa que le has lanzado".
Fox ha concluído su recapitulación con un consejo poderoso: "Tenemos que tener cuidado con nuestras palabras, son poderosas. Eso es algo que me gustaría que más gente entendiera. Vivimos en una cultura en la que supone un juego el hecho de convertirse en la persona más odiosa para lograr la máxima atención. Pero no es divertido. Estás hablando de personas reales, que son permeables, que tienen corazón. Tu negatividad pude influenciarles".