CELEBRITIES
El exguardaespaldas de Kanye West habla de las extravagancias del rapero
Steve Stanulis, que ha trabajado para varias estrellas de Hollywood, asegura que el cantante tenía una serie de "reglas ridículas" y era "voluble y caprichoso".
Las grandes celebrities del planeta invierten elevadas cantidades económicas en tratar de garantizar su seguridad y cierto blindaje de su vida más íntima y privada. Los guardaespaldas son acompañantes permanentes de los famosos que pertenecen a la aristocracia de la industria musical o cinematográfica. Pero la tranquilidad que conlleva el contar en todo momento con una escolta también tiene sus riesgos. Especialmente, si estos no acaban demasiado contentos con el trabajo.
Son muchas las historias de Hollywood en las que niñeras, chóferes, empleados domésticos o miembros del personal de seguridad han aireado los trapos sucios de sus célebres jefes. Y ahora se ha sumado a ellos el exguardaespaldas de Kanye West, Steve Stanulis. Stanulis es un antiguo agente de la Policía de Nueva York, que al dejar el cuerpo se metió en el sector de la seguridad privada y acabó trabajando para algunas de las más rutilantes estrellas de la Meca del Cine, como Cameron Díaz, Leonardo DiCaprio o Robert Downey Junior. Pero de todos sus ilustres clientes, Stanulis no duda en señalar a Kanye West como el peor.
Y es que según recoge el medio The Sun, el exguardaespaldas del rapero, para el que trabajó en el año 2016, no guarda un buen recuerdo de aquel periodo. Según ha declarado, West era una persona "voluble y caprichosa" y tenía un conjunto de "reglas ridículas" que Stanulis se veía forzado a cumplir pese a que estas saboteaban su propio trabajo. Entre otras cosas, el esposo de Kim Kardashian le exigía que caminara "diez pasos detrás suyo" cuando iban por la calle. "Así que, obviamente, si alguien se quería acercare para hacerle algo, para cuando yo hubiera podido llegar corriendo, ese 'algo' ya hubiera pasado", explicó.
No es esta la única queja que tiene Stanulis sobre West, que afirma también creer que tanto él como su esposa, Kim Kardashian, avisaban a los paparazzi antes de ir a cualquier lado: "No es posible que cada vez que fueran a salir, toda esa gente lo supiera. Alguien les estaba llamando de antemano". Y para rematar esa paradoja, el guardaespaldas asegura que West se enfadaba si él se metía en medio y 'estropeaba' la foto.
Stanulis también rememoró otros dos episodios complicados que vivió cuando trabajaba para West. Uno de ellos sucedió en el mítico hotel Waldorf Astoria de Nueva York, una noche en la que el rapero, que estaba bajo los efectos del alcohol, se equivocó de habitación y en vez de entrar en la suya, lo hizo en la de un alto cargo italiano. "Aquello fue como un enfrentamiento mexicano", recordó Stanulis, especificando que el italiano no sabía quién era West y además, las cosas se pusieron todavía más difíciles debido a la "barrera lingüística".
La última anécdota que ha sacado a la luz el guardaespaldas tuvo lugar durante su primer día de trabajo para West. Según ha relatado, el rapero se puso a vociferar y a despotricar porque él no había pulsado el botón correcto del ascensor. En aquella ocasión Stanulis consiguió salir airoso de la situación, pero lo cierto es que no duró mucho en el empleo. El mismo año en el que entró al servicio de West fue despedido, según dicen las malas lenguas, por 'atreverse' a hablar a Kim la noche de la Met Gala.