Neville recuerda sus problemas de convivencia con Beckham en el Manchester United
Los futbolistas compartieron habitación durante seis meses y ahora, el exdefensa ha revelado en una entrevista las diferencias de personalidad y hábito de ambos.
David Beckham comenzó a labrarse su meteórica carrera en el fútbol en el Manchester United, club en el que debutó con tan solo 17 años a principios de los 90. El excentrocampista inglés estuvo más de una década vistiendo los colores de los Red Devils, y a lo largo de aquellos años su nombre pasó a formar parte del firmamento de las grandes figuras del balón.
Y ahora, uno de sus compañeros de vestuario de entonces, el exdefensa Gary Neville, ha recordado en una entrevista con Sky Sports cómo era el día a día junto al dueño del Inter de Miami. Neville desarrolló la totalidad de su trayectoria como jugador en el United (estrenándose en 1992 y retirándose en el 2011), y durante un tiempo, de hecho, llegó a compartir habitación con Beckham.
"Me alojé con David Beckham durante unos seis meses, porque luego cada jugador pasó a tener su propia habitación", rememoró el actual entrenador (que, conviene recordar, llegó a estar al frente del Valencia durante la temporada 2015-2016). Y por lo visto, la convivencia entre los dos no fue precisamente fluida: "Tuve dos grandes problemas con Becks...", refirió Neville durante su charla con el canal, antes de especificar lo siguiente: "Bueno, ¡él los tuvo conmigo!"
Según ha explicado, una de los factores por los que Beckham y él no lograron entenderse del todo estaba directamente vinculado a sus preferencias horarias: "Yo solía acostarme a las 9 de la noche. Y me despertaba a las 5 de la mañana. Él se quedaba despierto hasta las 11 de la noche y quería levantarse a las 8 de la mañana. Así que, básicamente, él me mantenía despierto de 9 a 11 y luego yo lo levantaba a las 5 de la mañana".
No fue esta la única diferencia que tuvieron que afrontar ambos durante sus meses como 'compañeros de piso': "Él es la persona más limpia que conozco", manifestó el exdefensa, "entra en su habitación, enciende velas, coloca fotos. Todo tiene que ser absolutamente perfecto, ha sido así desde que tenía 18 años". Y esta pulcritud de Beckham chocaba con el estilo más desenfadado de Neville, que tal y como ha reconocido, "simplemente, yo tiro todo por todas partes".
Pero más allá de los pequeños gestos cotidianos, la problemática principal, como ha confesado el exfutbolista, radicó en lo contrario de sus temperamentos: "Yo siempre estaba hablando, siempre discutiendo, y él era todo lo contrario a eso. Le gustaba escuchar música, quería paz, quería relajarse y estaba en el extremo opuesto del espectro donde estaba yo".