J.K. Rowling compró en secreto la casa de su infancia que inspiró 'Harry Potter'
La autora de la saga del mago más famoso pagó 458.000 euros por hacerse con una vivienda en la que se podían ver elementos de los libros.
La escritora británica J.K. Rowling anunció hace tan solo unos días que había sido contagiada por coronavirus pero también que ya había superado la enfermedad y que está "totalmente recuperada". Ahora, ha trascendido que la mujer que inventó la exitosa saga de Harry Potter decidió recuperar algo que en su momento perteneció a su familia y que a todos los fanáticos del joven mago les habría gustado adquirir.
Y es que Joanne compró en secreto, por la cantidad de 458.000 euros, la casa en la que vivió gran parte de su infancia y de su adolescencia y el mismo lugar que inspiró muchas de las tramas que viven tanto Harry como sus amigos y compañeros a lo largo de las novelas. Es Church Cottage, en Tutshill, un pequeño pueblecito en el bosque de Dean, en Gloucestershire. Allí vivió desde los nueve hasta los 18 años y comenzó a interesarse por la escritura de fantasías.
Los documentos han trascendido ahora, pero todo indica que la propiedad se puso en venta en 2011 y poco después Rowling se hizo con ella. El anuncio de la inmobiliaria incluía, para llamar la atención de compradores, que la vivienda contaba con algunos elementos que se habían podido ver en las películas de Harry Potter, como el armario bajo las escaleras en el que el mago estaba confinado por su tío Dursley o una trampilla similar a la que cubría el perro de tres cabezas Fluffy en el primer libro de la saga, 'Harry Potter y la piedra filosofal'.
El productor de la BBC Julian Mercer fue el que vendió la propiedad que, a su vez, se la había comprado a la familia Rowling en 1995. La madre de Joanne era directora en una escuela cercana, y se cree que la autora se fijó en chicos y profesores de allí a la hora de crear al claustro del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
La saga de Harry Potter ha sido la más vendida a lo largo de la historia y también la más traducida. Además, todos querían conocer cómo terminaba la historia del joven mago y sus amigos, por eso los cuatro últimos libros se hicieron con el récord de venta más rápida: el último, 'Harry Potter y las reliquias de la muerte', acumuló en solo 24 horas la venta de más de once millones de copias.