Sara Carbonero preocupa a sus fans con una foto en bikini pero ya explicó el motivo
La periodista contó en 2014 un percance que tuvo de niña y cuyas consecuencias se pueden ver hoy día en su brazo izquierdo.
Sara Carbonero publicó este sábado una fotografía en bikini desde su perfil de Instagram que inquietó a muchos de sus seguidores. Entre los más de 1.600 comentarios que recibió la publicación había muchos que se preguntaban qué le ocurre a la periodista en la piel al ver los diferentes tonos que tiene en su brazo izquierdo. Los que más han seguido sus pasos en los últimos años ya conocían la historia, y es que fue ella misma la que lo explicó desde su blog de la revista Elle en 2014.
"Me caí de un tobogán cuando tenía tres años y me rompí el brazo por varios sitios. Era un trasto", explicó en su texto antes de añadir que nunca ha optado por maquillarse el brazo. "Lo que ocurre es que hay épocas en las que se nota más y otras menos. La mancha es la zona clarita que no tiene pigmentación, por lo que en verano cuando el resto del brazo está más moreno es cuando más se nota. En invierno se nota algo menos", detalló.
En el mismo post comentó además de qué manera se cuida las cicatrices que le quedaron, más allá de esa falta de pigmentación. "Uso las tiras de Trofolastin que van bastante bien y sobre todo trato de ponerme mucho aceite de rosa de mosqueta por la mañana y al irme a dormir", explicó.
De igual modo, muchos amigos y conocidos de Sara Carbonero han querido enviarle bonitos mensajes elogiando su belleza y la naturalidad que muestra siempre en sus fotografías, sea cual sea el momento y el lugar. Y aunque este verano no está siendo fácil para la periodista e Iker Casillas, ninguno ha dejado de mostrar su sonrisa y su buen humor en las redes sociales.
Juntos han disfrutado de unos días de relax y tranquilidad tanto Corral de Almaguer como en Navalacruz, las tierras de uno y otro. Y esto ha provocado que estén junto a sus seres queridos en unos meses en los que las malas noticias se han ido acumulando con el paso de los días. "De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe. Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado, una rosa con espinas", escribía Sara el último día de julio.