Violeta abandona obligada 'Supervivientes' y con una promesa como consuelo

La gala de este martes de 'Supervivientes: Tierra de nadie" arrancó con Carlos Sobera (58) anunciando una mala noticia: el abandono forzoso de Violeta Magriñán (24) por una decisión médica que ha llegado después de que el pasado jueves tuviera que ser apartada del grupo por tercera vez en lo que va de concurso, esta vez por sufrir una importante bajada de tensión que vino acompañada de vómitos y mareos.

"Has tenido un síncope por todo el problema digestivo que llevas arrastrando desde el atracón", explicó entonces un médico que le tomó la atención.

Durante estos días, Violeta ha estado bajo observación médica y los resultados no han sido muy halagüeños a pesar de que en el debate del pasado domingo la concursante aseguró que se encontraba mejor.

"Estamos muy pendientes de Violeta y no son buenas noticias las que llegan. Según el último parte médico, Violeta debe abandonar el concurso", anunciaba Sobera a todos los telespectadores antes de dirigirse a la madre de Violeta, presente en el plató, y tranquilizarla diciéndole que su hija "está en continua vigilancia" pero que "tiene que viajar a España para tratarse convenientemente, con recursos que solo están allí".

Más adelante, Carlos Sobera conectó con Violeta para comunicarle esta drástica decisión del equipo médico de 'Supervivientes' y comenzó preguntándole cómo se sentía.

"Del jueves a ahora no hay color, tengo mis pequeñas molestias pero con el tratamiento creo que podré volver pronto. Con ganas de regresar al Cayo ya porque necesito dormir en el suelo", decía Violeta sonriendo.

Esto le puso las cosas aún más difíciles a Sobera, pero continuó leyéndole el parte médico que desvelaba que tenía que poner fin a su aventura.

"Violeta, desde tú llegada al concurso has tenido que ser tratada en varias ocasiones pero ahora no es tan favorable como desearíamos. Tras las diferentes y exhaustivas pruebas que se te han realizado, tenemos que decir que presentas un cuadro que impide tu continuidad en el concurso. Tras valorar todas las opciones, el equipo médico ha decidido que la mejor opción es tu regreso a España siempre vigilada por uno de sus miembros para una valoración y estudio por parte del cirujano y que esto se haga en unas condiciones mucho más adecuadas para tu recuperación que deseamos sea tan rápida como buena. Lo siento mucho, Violeta", decía el presentador.

La reacción de Violeta fue llorar desconsoladamente y suplicar que por favor le dejaran continuar en el concurso. Su madre intervino para consolarla y recordarle que "la salud es más importante que el reality" y justo después Carlos Sobera volvió a tomar la palabra para decirle que la audiencia había decidido salvarla de la expulsión y hacerle una promesa con la que consiguió levantar su ánimo:

"Si las circunstancias lo permitieran y tu salud también podrías regresar. Y en cualquier caso si no pudieras regresar, en cualquier caso el año que viene en 'Supervivientes' tendrías la plaza completamente asegurada".

Violeta se despide de sus compañeros y revela que su problema está relacionado con la vesícula

Más tarde, Violeta tuvo la oportunidad de despedirse de sus compañeros y reveló que el problema de salud que sufre y que la organización de 'Supervivientes' había preferido guardar en secreto está relacionado con su vesícula.

"Mi vesícula no aguanta más aquí… No me voy a morir pero, si la cosa se complica, aquí no pueden operarme. Es por eso que tengo que volver a Madrid", les explicó.

Como no es de extrañar, su despedida con Fabio fue la más emotiva y el argentino trató de animarla y le prometió que fuera continuarán su historia de amor. Pero Violeta también recibió el cariño del resto de sus compañeros y, aunque no limó sus asperezas con Albert, aprovechó para reconciliarse con Dakota después de que esta cargara contra ella por la expulsión de Mahi.

Tras el abandono obligado de Violeta, que había sido salvada por el público de la expulsión, el concurso continúa y los nominados de cara a la gala de este jueves son Dakota, Fabio y Mónica Hoyos.