Oriana Marzoli se retoca los glúteos con un novedoso y doloroso tratamiento
La extronista y exconcursante de Gran Hermano VIP se ha sometido a unas sesiones para reafirmar la parte trasera de su anatomía: "Prepárate Kim Kardashian".
Las diferentes ediciones de Gran Hermano nos tienen acostumbrados a escuchar sorprendentes confesiones por parte de los concursantes que en la mayoría de ocasiones pueden servir de consejo o advertencia para otras personas. Hace unos días fue Ylenia la que se mostraba arrepentida por haberse retocado su cuerpo, especialmente el culo: "¿Cómo te pones culo cuando tienes el culo ya perfecto?", expresaba.
No sabemos si lo habrá escuchado otra exconcursante del reality más famoso de Mediaset, Oriana Marzoli, que ha decidido someterse a un novedoso tratamiento para retocar la parte trasera de su anatomía. La que fuera tronista de 'Mujeres y hombres y viceversa' ha retransmitido todo el proceso a través de un directo en Instagram al que se han unido más de 15.000 personas para ver cómo el Doctor Esquivel hacía su trabajo en la concursante.
Lo primero que ha hecho ha sido aclarar que no se trata de una operación común de cirugía estética para los glúteos: "Realmente es al músculo, nada de relleno. Es muy natural. No me voy a poner culo", comentaba antes de gritar un "¡Prepárate Kim Kardashian!". Y es que en las imágenes se han podido ver los gritos, las palabrotas y el dolor por el que ha pasado Oriana, que mantuvo una polémica historia de amor con el también concursante Tony Spina.
El tratamiento tiene un coste de 600 euros y requiere un total de ocho sesiones en las que el doctor va inyectando diferentes sustancias naturales como el silicio orgánico o la vitamina C, tal y como explica el médico mientras va realizando la operación. Todo ello para elevar, reafirmar y potenciar uno de los músculos con más fuerza del cuerpo humano.
Su amiga Violeta, extronista, también se retocó
También extronista del programa de citas, acompañó a su amiga Oriana a su cita en la clínica con la intención de someterse al mismo tratamiento. Sin embargo, los gritos de su acompañante le hicieron replantearse su decisión: "Duele mazo, yo paso. No para de quejarse. Tenía que habérmelo hecho yo antes porque ahora que he oído que duele no quiero", explicaba. Aún así, y tras ver cómo Oriana estuvo a punto de dejarse un glúteo sin retocar, decidió tumbarse en la camilla y pasó la prueba sin necesidad de levantar la voz.