Rosalía quiso ser cantaora de flamenco y tuvo que ser operada de las cuerdas vocales
La cantante catalana se ha convertido en apenas dos años en una estrella internacional que está nominada a cinco premios Grammy Latinos.
Rosalía Vila se ha convertido en muy poco tiempo en un fenómeno internacional con una repercusión que va mucho más allá de la música. Su carácter transgresor y su manera de cambiar algunas de las partes con más historia del flamenco para adaptarlas a las nuevas generaciones, han permitido a la artista catalana ocupar los primeros puestos de todas las listas musicales del momento y ser una de las cantantes de referencia.
Nacida hace 25 años en San Esteban de Sasroviras, un pequeño municipio situado en el interior de la provincia de Barcelona, descubrió muy pronto que podía hacer algo realmente importante con la música, aunque fuera con los ritmos tradicionales de una tierra cientos de kilómetros alejada de su hogar. "En Cataluña, la cultura andaluza se respira en cada esquina, vengas de donde vengas, seas quien seas. Yo me he criado entre hijos de inmigrantes andaluces. Uno no es solo aquello que le viene dado, también aquello que elige ser", comentó como reivindicación.
Porque ella siempre se sintió flamenca y siempre soñó con ser cantaora. Para ello comenzó a dar clases de canto y con tan solo 13 años empezó a actuar. Su exigencia y su afán por alcanzar aquello que la hacía feliz, hicieron que no abandonara la lucha por ser cantante a pesar de algunos comentarios de la familia que abogaban por que estudiara magisterio. Amante de los nuevos retos y de los desafíos, se dejó la voz en actuaciones que ella misma conseguía y que incluso provocaron que necesitara una operación en las cuerdas vocales cuando aún le quedaba un año para alcanzar la mayoría de edad.
Rosalía es una persona dedicada y fruto de su esfuerzo consiguió entrar en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) y formarse con Chiqui de La Línea, que solo acepta un alumno por año. A pesar de su deseo de que hiciera un disco completo de flamenco, no consiguió que la catalana abrazara esa idea y poco después comenzó a preparar el que se convertiría en su primer disco: Los Ángeles, publicado en 2017. Un año antes había lanzado un tema junto a su expareja C.Tangana, un golpe sobre la mesa como antesala de lo que estaba por venir. No llamó a la puerta del estrellato, sino que la derribó con su torrente de voz.
Desde ese momento todo fue un crecimiento exponencial que la ha llevado hasta la publicación de El mal querer, un auténtico boom cuyas once canciones han conseguido abrirse hueco en el top de temas más escuchados de Spotify. Porque ha sabido llevar el flamenco a los millenials, deshaciéndose de la silla, la caja y la guitarra para mostrar poder sobre el escenario acompañada de un cuerpo de baile y de música electrónica. De esta manera ha llegado a encandilar a medio mundo y a contabilizar hasta cinco nominaciones en los próximos premios Grammy Latinos 2018.
Y todo ello sin etiquetas, sin definir si lo suyo es el flamenco, el trap o el pop. No quiere pertener a un género, tan solo dedicarse a su música cuyo punto fundamental es la improvisación. A partir de ella le vienen las ideas y luego comienza a darles forma.
Los impulsos la mueven, el instinto la guía. Esa particular brújula le ha servido de referencia cuando en algunos momentos de su carrera no encontraba el camino, la inspiración. Incluso tales atributos la condujeron a El Hierro en busca de lo que no encontraba en la península, porque le gusta salir de su zona de confort y asumir retos que pongan su cuerpo a prueba. Su exigencia y su amor visceral por la música se encargan de completar la fórmula con la que ha cosechado el éxito.
¿Pero dónde está su techo? Tiene solo 25 años, casi un millón de seguidores en Instagram, ha contribuido a la creación de una línea de ropa, los mejores diseñadores del país se pelean por vestirla, Almodóvar le ofreció un papel en una película después de escucharla cantar y algunos cantantes de referencia internacional como Alejandro Sanz o Pharrel Williams recomiendan sus canciones para sus millones de seguidores en las redes sociales. Los mejores se han rendido a su talento, a su carácter y a su voz, tranquila y calmada en el cara a cara pero enérgica y vigorosa cuando entona sus temas.