MEMORIAS

La hija de Steve Jobs desvela el lado más cruel de su padre: "Lisa, apestas"

Lisa Brennan publica sus memorias “Small Fry”, con el retrato más crudo y duro del fundador de Apple pero con final feliz.

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La hija de Steve Jobs desvela el lado más cruel de su padre: “Lisa, apestas a retrete”.

Lisa Brennan Jobs lanza la próxima semana, concretamente el 4 de septiembre, un libro con sus memorias. Un retrato de su vida, totalmente marcada por su figura paterna, Steve Jobs.

El libro, lleva por nombre “Small Fry”, un relato que muestra los capítulos más duros de su vida marcados por la pobreza, el rechazo de su padre (le negó la paternidad durante años) y el posterior trato vejatorio por el hombre más exitoso del siglo XX. Pero a pesar de ello, Brennan ha segurado haberle perdondado y haber aprendido de cada episodio cruel vivido con su padre.

A principios de este mes, la Revista Vanity Fair adelantó un extracto del “Small Fry” donde se relataba el momento en el que Steve Jobs en su lecho de muerte espetó a su hija, “Lisa apestas a retrete”. Una anécdota que causó revuelo en redes sociales y que ella misma ha querido matizar pues a pesar de todos los deplantes que le ha hecho en su vida, ella puede argumentar y rebatir. “Él me dijo la verdad; yo no me había dado cuenta”, dijo Brennan-Jobs, indicando que su perfume de agua de rosas se había caducado. “A veces es bonito que alguien te diga exactamente cómo hueles”.

Lisa nació en una granja (comuna) en Oregón, Sus padres tenían 23 años. Jobs no estuvo presente en el parto, llegó días más tarde pero sí ayudó a su madre a decidir el nombre de la pequeña. A pesar de ello, el fundador de Apple se negó a reconocerla como hija y pagarle una pensión alimenticia hasta que fue obligado por las autoridades.

El trato cruel era una lección de vida

Lisa no vivió con su padre largos periodos de tiempo, y los pocos en los que convivió han demostrado ser crueles y oscuros tal y como relata en el libro. Cuando Jobs creó el ordenador personal Apple Lisa a principios de los 80, éste le dijo a su hija que ese nombre no lo recibió gracias a ella. Brennan, asegura que no fue una mentira cruel, sino una manera de de enseñarle a “no sumarse el éxito de otros."

Brennan Jobs y su madre se mudaron hasta en 10 ocasiones de casa y vivieron de ayudas sociales hasta su adolescencia cuando Jobs se vió obligado a atender a su hija biológica. Y una vez que vivió con él, Job decidió inculcarle valores de una forma cuando menos, desafortunada. Otro de los episodios revela en el libro es que Steve Jobs quiso enseñarle “un sistema de valores” negándose a poner calefacción en su habitación.

“Somos gente fría”

Cuando Lisa era una niña, buscaba el cariño de su padre a toda costa, y no dudó en una ocasión en pedirle a él y a la esposa de Jobs, un beso antes de dormir. “Somos gente fría” contestaron sin remordimientos.

Un momento realmente grotesco vivido por Brennan con su padre fue cuando Jobs hizo creerla que estaba manteniéndo sexo con su mujer Lauren y la obligó a quedarse en la habitación para compartir juntos lo que él considerba un “momento en familia”.

Pero el carácter uraño de Steve Jobs no solo atacaba a su hija, sino a todo su entorno. Brenan Jobs describe como su padre, a su madre también, “A veces decidía, al último minuto, no pagar por algo”, escribe, “y se iba de restaurantes sin pagar la cuenta”. Cuando Brennan encontró un hogar que le gustaba para ella y su hija, le pidió ayuda a Jobs para pagarla; él estuvo de acuerdo en que era una casa hermosa: la compró para mudarse él con su esposa, Lauren Powell Jobs.