J Balvin critica el uso del Reguetón para hacer apología del narcotráfico

El cantante de reguetón y música urbana, José Álvaro Osorio Balvin, más conocido como J Balvin ha mostrado su malestar por lo que está ocurriendo con el género musical que le ha llevado a la cima de la industria musical en todo el mundo.

J Balvin ha compartido una publicación en su cuenta oficial de Instagram para denunciar el cuestionable contenido de las canciones de reguetón de algunos de sus compañeros de profesión. Como el mismo describe, parece estar “más enfocado en la actitud de maleantes y narcos que en la música”.

De este modo comienza su alegato, utilizando como base la fotografía de un niño con la cara ensangrentada en brazos de un hombre que está siendo rescatado del ataque del Centro 93 en 1993. Este atetando fue el último perpetrado por el narcotraficante Pablo Escobar.

Cuenta su realidad en Medellín

“Nací en el año 1985 en Medellín Colombia donde tuvo auge el narcotráfico, de lo cual NO ME SIENTO ORGULLOSO, pero es una realidad en ese tiempo era la plena calentura en la calles y por más que lo quisieras evitar y no fueras “calle”, algún amigo, conocido o familiar fueron asesinados de las formas más crueles e inhumanas” argumenta el cantante de 33 años y prosigue “como exponente del género quiero expresar que esta actitud fue la que dañó por generaciones mi país y afectó la cultura mundial con el mismo vicio.”

EL ganador de 78 premios musicales alrededor de todo el mundo, como los Latin American Music Awards, los Billboard o los MTV Music Awards, sigue con su defensa de un Reguetón blanco, alegando que “como colombiano de Medellín” no comparte la película que cuentan algunos de sus compañeros de profesión porque “ tengo amigos en todos los niveles sociales y los más calle “malos de verdad“ ni hablan, ni se sienten orgullosos de lo que son, tampoco lo aconsejan, ni mucho menos usan redes sociales.”

“Cero respeto a todos los payasos del género”

“Para mi es un chiste lo que está pasando. Mejor hagamos música! Me gustaría llevarlos a un barrio de mi ciudad a ver cuantos de los más “calle” del género no salen corriendo o les da un infarto al ver que sus películas no tienen nada que ver con la cruda realidad, respeto pa lo que son calle y guardan silencio porque su dolor y su realidad es mejor no contarla pero cero respeto a todos los payasos del género”

Y termina con un mensaje claro hacia sus compañeros de profesión recordándoles que les “siguen miles de personas y lo único que tienen para brindar es una mierda de vibras cuando vinimos es a poner a la gente a bailar y a hacerlos felices.”

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