El balón del Mundial vuelve a la Tierra tras viajar al espacio
Los tres astronautas, que jugaron con él en plena Estación Espacial Internacional, ahora lo han devuelto para inaugurar el Mundial
A mediados de marzo, el Mundial de Rusia 2018 anunció una iniciativa promocional que le haría recibir apoyo ni más ni menos que desde el espacio. Y es que acordó que el balón del campeonato viajase hasta la Estación Espacial Internacional.
Este domingo 3 de junio, tras ese paseo espacial, el balón del Mundial ha regresado a la Tierra gracias al ruso Anton Chkaplerov, al japonés Norishige Kanai y al estadounidense Scott Tingle. Ellos han sido los tres astronautas que lo han devuelto a tierra firme.
Como ha informado la agencia rusa TASS, la cápsula Soyuz MS-07 ha aterrizado a las 12:39 horas GMT cerca de la ciudad de Jezkazgan, en la estepa de Kazajistán, con el balón en su interior.
Tras viajar al espacio, inaugurará el Mundial
En un vídeo publicado el jueves por Roscosmos, la agencia espacial rusa, se pudo ver a Anton Chkaplerov y a su compañero Oleg Artemiev jugando en la Estación Espacial Internacional con el balón de fútbol Adidas Telstar 18, el oficial del Mundial.
Tras su increíble viaje, ese mismo esférico se utilizará en el partido inaugural del Mundial, el 14 de junio en Moscú.
La misión de sus tres compañeros astronautas
Los tres hombres pasaron más de cinco meses en el espacio para llevar a cabo numerosos experiencias científicas. Scott Tingle, que realizaba su primer vuelo, hizo una salida al espacio para remplazar la mano de un brazo robótico de la estación.
El astronauta Norishige Kanai documentó su viaje en japonés en Twitter, donde declaró en enero haber crecido nueve centímetros en pocas semanas tras su llegada a la estación. Luego se corrigió y aseguró que sólo había crecido dos centímetros. Según la Nasa, la agencia espacial estadounidense, los astronautas pueden ganar hasta 3% de estatura en el espacio, pero recuperan su estatura normal cuando vuelven a la Tierra.
La ISS, uno de los pocos ejemplos de cooperación entre Rusia y Estados Unidos, está en órbita desde 1998, a una velocidad de 28.000 km/ hora. Dieciséis países participan en la ISS, que costó 100.000 millones de dólares, en su mayor parte financiada por Rusia y Estados Unidos.