La reventa a 24 horas del festival de Eurovisión 2018
El Altice Arena de Lisboa tiene una capacidad de 20.000 espectadores, lo que hizo que las entradas se agotasen rápidamente
Como cada año, la pasión por Eurovisión se desata en los días previos a la gran final del Festival. En los aledaños del Altice Arena de Lisboa, donde este sábado 12 de mayo tendrá lugar la cita más esperada, todavía hay eurofans en busca de una entrada.
La sede elegida por la radiotelevisión portuguesa tiene capacidad para 20.000 espectadores, y ya ha albergado otros eventos de importancia como la Expo '98, el Mundial de Baloncesto Sub-19 de 1999, los MTV Europe Music Awards de 2005 y la Web Summit 2016.
Lugar habitual de conciertos y eventos de todo tipo, no ha dejado satisfechos a los eurofans porque su aforo no es tan grande como les gustaría. Aunque realmente ningún recinto en todo el mundo podría cumplir esa expectativa, ya que los fieles seguidores del Festival siempre desean estar presentes.
Las entradas se agotaron al instante
Las entradas para ver la final de Eurovisión 2018 se pusieron a la venta en tres oleadas: la primera el 30 de noviembre de 2017, la segunda el 20 de diciembre, y la tercera y última el pasado 6 de abril.
Los precios oscilaban entre los 35 euros del último anfiteatro y los 299 euros de la zona que está dentro del escenario, entre las dos partes del mismo que pueden usar los artistas. La zona de "arena", la más común para estar de pie frente al escenario, costaba 120 euros.
Por supuesto, y como era de esperar, las tres convocatorias tuvieron un éxito tan rotundo que los servidores de la empresa colapsaron. Un ejemplo claro es que en el primer minuto de la última convocatoria el 6 de abril ya había 63.000 personas esperando la cola virtual. Obviamente, las entradas se agotaron rápidamente.
La reventa ha alcanzado los 10.000 euros
El único cielo abierto que han visto los eurofans rezagados es la última opción siempre en este tipo de casos: la reventa. Pero también como siempre, los precios están al alcance de muy pocos bolsillos.
Ya de por sí hay poca oferta, puesto que los eurofans realmente quieren las entradas para ellos mismos y así poder ir a la final. Pero siempre hay alguna entrada "suelta" que sale al mercado negro, y se inicia casi una subasta por ella con los precios muy al alza.
A través de Internet, han llegado a ofrecerse entradas en reventa por 6.000 euros y hasta 10.000 euros. Lo cierto es que ninguno de esos "anuncios" siguen activos, por lo que podría significar que ha habido compradores pese al precio desorbitado.